El coronavirus en época de globalización
En esta época en que todo trasciende las fronteras nacionales y podemos seguir desde una cómoda poltrona, a través de las pantallas de TV, teléfonos inteligentes o computadoras, los destellos y estruendos de los misiles de una guerra, como la del Golfo Pérsico, no sorprende que una afección como el coronavirus, detectada hace apenas días, se haya aposentado, en breve tiempo, en más de veinte países.
Una persona afectada por un virus puede abordar un avión en París y ocho horas después desembarcar en el aeropuerto José Francisco Peña Gómez y a partir de entonces expandir la enfermedad.
El coronavirus2019, que dio sus primeros pasos en la ciudad de Wuhan, China, el 17 de diciembre pasado, amenaza con convertirse en un fenómeno global, dejando secuelas no solo en lo que a sanidad se refiere sino también económicas. El 3 de enero hubo un desplome en las bolsas de valores de China y otras naciones asiáticas. Muchos afirman que EEUU ha dispuesto su maquinaria propagandística para obtener provecho en su disputa comercial con el gigante asiático.
El virus se ha extendido a través de los mismos medios que lo hicieron la fiebre negra y la llamada gripe española: el transporte, movilidad de personas de un país a otro, claro ahora con más celeridad que en aquellas épocas en que la comunicación terrestre no era tan eficiente. Desde que China comunicó oficialmente a la Organización Mundial de la Salud, la salida del virus, el 31 de diciembre pasado, este ha llegado a Corea del Sur, Japón, Estados Unidos, Tailandia, Canadá, Vietnam, Singapur, España, Italia, Francia, Australia, Malasia, Camboya, Alemania, entre otras naciones
Científicos británicos aceleran el proceso para probar vacuna del coronavirus
De China al hospital Padre Billini
Su transnacionalización es muy rápida por lo que la OMS decretó emergencia internacional por la existencia del coronavirus. En menos de 20 años declaró emergencia internacional por los casos de la influenza (H1N1), la Poliomelitis, el Zika, Ebola y ahora por el coronavirus.
La peste bubónica en el siglo XIV mató 50 millones de personas en Asia, África y Europa y la gripe española, en 1918, diezmó, entre 40 y 100 millones de personas. Se afirma que afectó un tercio de la población mundial de entonces.
El mundo de hoy es científicamente superior al que existió cuando la peste bubónica y la gripe española arruinaban a la humanidad.
Hoy los tiempos son otros. China construyó un hospital para mil camas en diez días y mantiene en cuarentena una ciudad de 11 millones de habitantes. Varios países anunciaron que trabajan en el antídoto contra el coronavirus y pronostican que en meses estará listo, además plataformas de redes sociales como Twitter, Facebook, Tensen y Tito trabajan para evitar la propagación de fakes news sobre el virus, que constituyen una verdadera epidemia.
Yo, contrario a muchos, me siento optimista y tengo la certeza de que la humanidad superará rápidamente este momento adverso.
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