Young Tae Kim: "Los países deben acelerar esfuerzos para satisfacer las necesidades de transporte"
La República Dominicana fue sede de un Diálogo Regional sobre políticas de transporte. Para ese evento, estuvo en el país Young Tae Kim, quien conversó con este periódico

Se estima que para el 2050 se duplicará la demanda de movilidad de pasajeros y mercancías en América Latina y el Caribe, una región que alberga a más de 662 millones de personas. Y para anticiparse a ese escenario, la semana pasada se reunieron en el país autoridades de transporte quienes acordaron la creación de una red regional. Esta nueva red estará copresidida por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Foro Internacional de Transporte (ITF, por sus siglas en inglés) de la OCDE.
Diario Libre conversó con Young Tae Kim, secretario general de la ITF, quien aporta una visión amplia sobre el tema.
—¿Qué es el Foro Internacional de Transporte y cuál es su papel dentro del marco institucional de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)?
El ITF es una organización intergubernamental que reúne a 69 países y actúa como una plataforma global de diálogo sobre políticas de transporte. Somos la única organización global que tiene el mandato de trabajar sobre todos los modos de transporte: desde el transporte marítimo y la aviación hasta el ferrocarril, el transporte por carretera y la movilidad activa.
El ITF conecta a gobiernos, empresas y sociedad civil para intercambiar experiencias y construir soluciones concretas que hagan la movilidad más sostenible, segura y eficiente. Al mismo tiempo, somos un centro de pensamiento, desarrollando análisis y recomendaciones basados en evidencia.
—¿Cuáles son las principales áreas de trabajo del ITF? ¿Cómo contribuye a orientar las políticas públicas de transporte a nivel global?
El ITF trabaja en todas las dimensiones clave del transporte: asegurando que las personas tengan acceso a la movilidad, que los sistemas sean seguros y resilientes, que la innovación y la tecnología se integren de manera efectiva, y que las redes de transporte estén bien conectadas, tanto dentro de cada país como entre regiones. Analizamos qué soluciones funcionan en distintos contextos, cuáles no y por qué, y utilizamos ese conocimiento para generar recomendaciones concretas que los gobiernos pueden aplicar.
Por ejemplo, el Consejo de Ministros de Transporte adoptó dos Recomendaciones de Política Pública este mayo de 2025: una sobre Seguridad Vial, y otra sobre Inteligencia Artificial aplicada por las Autoridades de Transporte. Estas dos recomendaciones fueron impulsadas por Chile como la entonces Presidencia del ITF, y tienen buenas prácticas adoptadas por los diferentes países, y sirven como estándar para que la República Dominicana moldee sus políticas a nivel nacional.
Para 2026, bajo la Presidencia del ITF de Azerbaiyán, se están trabajando en dos Recomendaciones de Política Pública: una sobre transporte urbano, y otra sobre digitalización para corredores internacionales.
—¿Qué beneficios concretos trae para la República Dominicana el formar parte de dicho organismo?
La República Dominicana es el miembro más reciente de la organización, habiendo sido admitido en mayo de 2024 por los demás países. Para la República Dominicana, ser miembro del ITF significa formar parte de una comunidad global de aprendizaje y cooperación. No solo garantiza el acceso directo a buenas prácticas internacionales, sino que también ofrece la oportunidad de participar en proyectos que generan mejoras en la movilidad, la seguridad y la eficiencia del transporte. Asimismo, el Ministro es invitado a la Cumbre Mundial de Ministros de Transporte, que se celebra todos los años en Alemania.
Además de fortalecer las capacidades institucionales, la membresía en el ITF proporciona visibilidad internacional a los avances del país, posicionándolo como un actor activo en la conversación global sobre transporte y conectividad.
—¿Cuáles han sido sus expectativas respecto a la celebración de este diálogo regional?
Espero que este diálogo regional sirva como un catalizador para fortalecer la colaboración entre los países de la región. Al reunir a todos estos ministros y autoridades, buscamos escuchar sus experiencias, prioridades y lecciones, asegurar que sus voces contribuyan plenamente a la agenda regional y proyectar el rol de América Latina y el Caribe en escenarios globales como la próxima Cumbre Anual de Ministros de Transporte del ITF, que se celebrará en Leipzig, Alemania, del 6 al 8 de mayo de 2026.
Mi expectativa ha sido que cada ministro salga del evento con nuevas ideas y ambiciones renovadas para mejorar los sistemas de transporte en su propio país, pero también con la certeza de que existe una red regional con la que pueden aprender y avanzar juntos.
—¿Cómo percibe usted el acercamiento de la República Dominicana actualmente con la OCDE? ¿De qué manera puede el ITF servir como puente para fortalecer esta relación?
Acercarse a la OCDE refleja un interés por alinear sus políticas públicas con estándares internacionales y una decisión estratégica de fortalecer sus instituciones. El ITF es parte de esta familia de organizaciones, y mejorar en las políticas de transporte impacta positivamente en otros sectores como el comercio internacional, políticas ambientales, políticas económicas, entre otras, lo cual puede acercar al país a las demás áreas de la OCDE en cuanto a sus prácticas y su forma de trabajar, incluyendo los métodos de elaboración de políticas basadas en evidencia.
—¿Qué oportunidades y desafíos se identifican para el desarrollo del sector transporte tanto en nuestro país como en la región?
Los desafíos del transporte en la región son importantes: por ejemplo, los países deben mantener y acelerar sus esfuerzos para satisfacer mejor las necesidades cambiantes de transporte de las personas y sus economías. Se espera que la población de la región crezca de 663 millones de personas a más de 730 millones para 2050. En consecuencia, la demanda de transporte también crecerá, y la demanda de transporte de pasajeros y mercancías casi se duplicará para 2050. El crecimiento de las poblaciones y de las economías hará que se duplique la demanda de transporte hasta 2050. Esto genera presión sobre infraestructuras existentes y sobre la capacidad de los sistemas de transporte.
Sumado a eso, los crecientes niveles de incertidumbre han expuesto las brechas en el diseño y la implementación de políticas, así como las vulnerabilidades de los sistemas de transporte actuales: desde tensiones geopolíticas, ataques cibernéticos hasta las disrupciones masivas causadas por eventos climáticos extremos y la pandemia de COVID-19. Parece probable que las disrupciones aumenten en lugar de disminuir en los próximos años, superando la capacidad de los gobiernos para responder a través de ciclos y enfoques de políticas convencionales.
Hablando de resiliencia, esta se vuelve cada vez más crucial frente a interrupciones crecientes y acumulativas, que pueden derivar de eventos geopolíticos, ciberataques, pandemias o fenómenos climáticos extremos. Esas crisis tienden a complicarse entre sí y amplificar sus impactos sobre la conectividad y las cadenas logísticas. Un ejemplo reciente es la sequía que afectó al Canal de Panamá, que mostró cómo fenómenos ambientales pueden interrumpir redes de transporte vitales a nivel regional y global.
Priorizar la resiliencia de la infraestructura no solo permite reducir riesgos y minimizar interrupciones, sino que también genera oportunidades: sistemas más confiables facilitan la movilidad de personas y mercancías, apoyan la competitividad económica, optimizan la inversión pública y promueven un transporte más eficiente y seguro para todos.
Más allá de la infraestructura y de los vehículos, el transporte es lo que conecta a las personas con oportunidades, con educación, empleo y bienestar. Es el sistema circulatorio de nuestras sociedades, y su buen funcionamiento repercute directamente en la calidad de vida de todos. Por eso, el papel de cada actor es fundamental. El sector privado aporta innovación, nuevas tecnologías y soluciones prácticas; el sector público debe garantizar la regulación, la planificación y la seguridad necesarias para que estas soluciones puedan desplegarse de manera efectiva y equitativa. A lo largo del mundo, también hemos visto el valor de la colaboración: países compartiendo experiencias, aprendiendo de buenas prácticas y enfrentando desafíos comunes como una comunidad. El ITF se siente honrado de acompañar a la República Dominicana y a los demás países de América Latina y el Caribe en este camino, ofreciendo apoyo, análisis y espacios de diálogo que ayuden a transformar ideas en sistemas de transporte que realmente mejoren la vida de las personas.

Redacción Diario Libre
Redacción Diario Libre