¿Desaparecen las carreras de Humanidades?
Han bajado los matriculados en Filosofía, Historia y otras
Cayena González
Carreras universitarias como Filosofía, Ciencias Religiosas e Historia sufrieron una reducción en la cantidad de estudiantes matriculados entre 2018 y 2023, de acuerdo con las cifras oficiales del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt).
Estas profesiones, que forman parte de las Ciencias de Humanidades, las cuales se caracterizan por el estudio de la cultura, la historia, el entorno y el comportamiento de los seres humanos, han ido en declive en los últimos años, según estas estadísticas.
En 2018, la Licenciatura en Filosofía registraba una matrícula de 252 estudiantes en todo el país, y para 2023 solo había 199. En esos seis años egresaron de la carrera 162 personas, de acuerdo con los datos.
Las bajas matriculaciones se registran en un tiempo en el que las titulaciones más demandadas por el sector empresarial miran hacia lo tecnológico y práctico.
La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios ha identificado la necesidad de personal capacitado en Marketing Digital, Comercio Electrónico, Comunicación Digital, Ciencia de Datos, Desarrollo de Software, Inglés para negocios y otras relacionadas al Enfoque Steam (ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas).
En cuanto a las ocupaciones, la Encuesta Nacional de Actividad Económica 2024, de la Oficina Nacional de Estadística, identificó que la mayoría de las empresas busca personal para trabajos operativos y de apoyo.
Identificó que las ocupaciones con más vacantes corresponden a operarios, obreros y artesanos (61.1 %), seguidas por el personal de apoyo administrativo (55.6 %).
En cambio, hay menos vacantes en áreas como profesionales (30.3 %) y técnicos (31.3 %). Los puestos de dirección y gestión tienen la menor cantidad de vacantes (20.4 %).
“Estos resultados sugieren que la demanda de personal se concentra principalmente en trabajos operativos y de apoyo, que requieren habilidades prácticas”, señala el informe con los resultados de la encuesta.
En las universidades, de 70 estudiantes que había en la Licenciatura en Ciencias Religiosas en 2019, no quedaba ninguno matriculado en 2023. No obstante, entre esos años se graduaron 72 alumnos.
La Licenciatura en Teología también experimentó una baja, al pasar de 334 estudiantes en 2019 a 216 en 2022. Aunque en 2023 aumentó ligeramente a 319.
Asimismo, la Licenciatura en Historia pasó de 256 en 2020 a 227 en 2023. No obstante, en 2018 tenía 151 matriculados y en 2019 tenía 198. Asimismo, Historia y Crítica del Arte pasó apenas de 23 estudiantes en 2020 a 25 en 2023.
En el caso de Antropología, la baja se mantuvo: pasó de 34 estudiantes en 2021 a 33 en 2023.
El historiador y docente Anthony Almonte Minaya considera que la baja matriculación se debe al escaso reconocimiento del campo laboral de estas carreras y a la limitada proyección profesional que perciben muchos jóvenes.
Subraya que, al estar mayormente orientadas a la docencia y la investigación, pueden no resultar atractivas para quienes buscan un campo laboral más amplio e inmediato.
También indicó que la pandemia del COVID-19 tuvo un impacto en las decisiones de ingreso a estudios superiores, y el hecho de que haya carreras que solo se imparten en la sede de la UASD limita aún más el acceso para estudiantes de otras regiones.
Pese a su limitado campo laboral, resalta la importancia de formar profesionales en estas áreas, estableciendo que es fundamental para la construcción de una sociedad con conciencia crítica y sentido de identidad.
En el caso de la carrera de Historia, destaca que esta ofrece oportunidades laborales como docente, en el área de investigación académica, trabajo en archivos, museos, centros culturales, instituciones de patrimonio y organismos internacionales.
Minaya recomienda a las autoridades educativas implementar campañas de orientación vocacional que visibilicen la relevancia de estas carreras en la sociedad y exhortó a diversificar las oportunidades laborales mediante la creación de programas de inserción profesional en instituciones públicas y privadas. Además, ve necesario fomentar convenios interinstitucionales que promuevan proyectos de investigación histórica y conservación del patrimonio.
Cayena GonzálezPeriodista, graduada de Comunicación Social en la Universidad Católica Santo Domingo
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