Jueza Yissell Soto: "La corrupción ha causado un daño profundo a la institucionalidad del Estado"
La magistrada señaló que, a lo largo del proceso, el tribunal pudo comprobar que todavía existen personas íntegras en las instituciones públicas

La jueza Yissell Soto, del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, planteó la madrugada de este jueves que quedó demostrado, de forma profunda, cómo el caso de Alexis Medina Sánchez y los otros 19 vinculados al proceso por corrupción lacera la institucionalidad del Estado.
Soto dijo que "la corrupción en este caso ha sido clara, plena, absoluta y profunda".
"Este proceso ha causado un daño profundo a la institucionalidad, un daño profundo a las instituciones. Sin duda, lo que espera la sociedad es que sus funcionarios se comporten conforme a las normas y que estén al servicio de la ciudadanía", destacó la magistrada antes de dar el fallo del juicio de fondo a los señalados.
Durante su motivación final del fallo, Soto también señaló que, a lo largo del proceso, el tribunal pudo comprobar que todavía existen personas íntegras en las instituciones públicas.
"Escuchamos testigos que hablaron de todo lo que se intentó hacer en algunas instituciones. Eso le da al tribunal la idea de que aún hay personas que creen en las causas justas", resaltó.
Llamado a la sociedad
Aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la reflexión.
"Hemos conocido muchos casos, y en cada uno de ellos sentimos que estamos en un proceso de involución. Las cosas están cada vez peor. Creemos, como tribunal, que debemos reflexionar profundamente", consideró.
Continuó diciendo que el objetivo no es tener a todos los fiscales trabajando para encarcelar a quienes infringen la ley, sino que idealmente, el sistema debería estar menos cargado de casos porque los funcionarios actuarían correctamente desde el inicio.
"Todo el que se involucra en la administración pública debe saber que tiene una responsabilidad. Incluso la persona que le lleva un café o un vaso de agua a un funcionario entra en espacios donde otros no acceden, y puede tener acceso a información sensible", añadió.
La jueza advirtió a no ser cómplices ni permanecer ciegos ante las malas prácticas.
"No podemos ser ciegamente leales cuando sabemos que las cosas están mal. Si lo hacemos, nos involucramos en esas mismas malas prácticas. La sociedad debe ponerse de pie. La corrupción en este caso ha sido clara, plena, absoluta y profunda", subrayó.
Aunque algunas conductas no pudieron ser sancionadas penalmente debido a limitaciones técnicas o jurídicas, la jueza aclaró que eso no significa que el tribunal no haya reconocido la gravedad de los hechos.
"Ojalá empecemos a cambiar, porque si no lo hacemos, seguiremos teniendo procesos judiciales, y cada vez serán peores. Hablamos del joven del barrio que mata para quitarle algo a otro... pero si comparamos ciertas acciones de cuello blanco, no sabemos sinceramente cuál es peor. Normalizar actos corruptos es aún más peligroso", reflexionó.
- Finalmente, enfatizó que las instituciones deben garantizar el derecho a la buena administración pública y a la confianza de los ciudadanos en sus autoridades.
"La sociedad espera que quienes son designados como funcionarios actúen por el bien común, no para lucrarse desde los diferentes estamentos del Estado", concluyó.