20 años de cárcel para el violador de Villa Mella que abusó de dos hermanas
Según el Ministerio Público, "una hermana de la adolescente también había sido violada por el procesado"

La historia de horror comenzó en silencio, dentro de una vivienda de Villa Mella en 2024, y terminó este jueves en una sala de audiencias de Santo Domingo Este con una sentencia de 20 años de prisión.
El condenado, identificado como Francisco Alberto Calderón Féliz, fue hallado culpable de haber abusado sexualmente de una adolescente de 15 años en múltiples ocasiones. El caso estremeció a la comunidad cuando salió a la luz que no era la primera víctima: la hermana de la joven también había sido agredida por el mismo hombre.
La denuncia que destapó el caso
El expediente del Ministerio Público narra que el 14 de octubre de 2024 la madre de la adolescente se presentó ante las autoridades con una denuncia que revelaba un patrón de abusos.
La fiscal litigante María Sánchez encabezó la investigación, que documentó pruebas médicas, testimoniales y periciales suficientes para vincular a Calderón Féliz con los hechos.
El proceso judicial estuvo a cargo de los fiscales Ignacio Rojas y Alexis Casado, quienes presentaron un caso sólido en el tribunal. Los magistrados demostraron cómo Calderón Féliz había violado varios artículos del Código Penal Dominicano (modificado por la Ley 24-97) y de la Ley 136-03, que protege los derechos de niños, niñas y adolescentes.
El veredicto
El Primer Tribunal Colegiado de Santo Domingo Este, presidido por los jueces Elizabeth Esperanza Rodríguez Espinal, Flor E. Batista Polo y José Leonel Asencio Quezada, dictó la sentencia de 20 años de prisión. La condena deberá cumplirse en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, una de las cárceles de mayor seguridad del país.
Una historia de víctimas y silencio
El caso deja ver la fragilidad en la que se encuentran muchas adolescentes en comunidades como Villa Mella, donde los abusadores suelen moverse en un círculo cercano de confianza, y donde el silencio se prolonga hasta que un familiar decide romperlo.
Las hermanas, ambas víctimas, se convirtieron en piezas clave del expediente. Su testimonio permitió reconstruir un historial de violencia que había quedado escondido entre las paredes de su hogar.
La dimensión legal y social
La condena es considerada un triunfo judicial para el Ministerio Público, pero también un recordatorio del subregistro de casos de abuso infantil y adolescente en República Dominicana.
La Ley 136-03 establece penas severas para quienes atenten contra la integridad de menores, pero los procesos judiciales muchas veces dependen de la valentía de las familias que se atreven a denunciar.