Protestas violentas en ciudades de Haití aumentan el estado de terror
Las protestas han dejado seis muertos y decenas de heridos
La “revolución” de Guy Philippe entra en escena
Las protestas protagonizadas por miles de haitianos para exigir la salida del Gobierno del primer ministro Ariel Henry van ganando en violencia, y han dejado seis muertos y varios heridos en diversas ciudades donde se han registrado saqueos, actos de vandalismo e incendios.
La tensión en las movilizaciones del 7 de febrero era de esperar, al cumplirse la fecha en la que Henry debería abandonar el poder, en virtud de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 con partidos de oposición, representantes de la sociedad civil y el beneplácito de la comunicada internacional.
Al menos dos personas resultaron heridas en la protesta que tuvo lugar en la ciudad de St-Marc (Departamento Artibonite, oeste), una en la cabeza y la otra en un pie, según la prensa local, circunstancia que se produjo cuando la Policía Nacional de Haití (PNH) dispersó a los manifestantes de forma violenta.
En Jérémie, periodistas y manifestantes resultaron heridos durante la jornada y el Centro de Operaciones de Urgencia, dependiente del servicio de Protección Civil de la región, fue objeto de actos de vandalismo en la ciudad, que está considerada como el granero de la capital.
En Juana Méndez, en el noreste del país, la manifestación dio un nuevo giro horas después de la muerte esta mañana de un manifestante que atacó una comisaría. Los participantes incendiaron y destrozaron varias instituciones, entre ellas la Cruz Roja, la Alcaldía y el Juzgado de Paz.
En la región metropolitana, las actividades se han paralizado por completo, apenas se ve gente por las calles, mientras que las escuelas han vuelto a mantener sus puertas cerradas, al igual que las instituciones públicas y privadas.
En diversas áreas de la capital, por ejemplo, Pétion-ville, se han levantado trincheras con neumáticos ardiendo, y la respuesta de la Policía Nacional contra los manifestantes ha sido el lanzamiento de gases lacrimógenos y disparos.
En todo el país se exige la marcha del primer ministro con la promesa de mantener encendida la antorcha de la movilización hasta que abandone el poder, tal y como se ha asegurado en las protestas de Jacmel, en el sureste; en Anse-à-galets, en el oeste; en Hinche, en el centro; en Jérémie, en Grand’Anse; en Cap-Haitien, en el norte, y en Les Cayes, en el sur, mientras las autoridades y el Gobierno guardaban silencio sobre las multitudinarias manifestaciones.
Escuelas cerradas
Más de mil escuelas están cerradas en Haití a causa del terror de las bandas, según una encuesta de la Coalición de Jóvenes Haitianos, lo que afecta sobre todo a los departamentos de Artibonite y Ouest, los más poblados del país y asolados por la violencia de las bandas y la inseguridad, sin que las autoridades sean capaces de ponerles fin.
Los padres se niegan a correr el riesgo de enviar a sus hijos al colegio para que no se conviertan en víctimas, después del asesinato de alumnos.
Cientos de niños han abandonado la escuela o han perdido años de escolarización al verse también obligados a abandonar sus hogares varias veces durante el año para huir de la guerra de bandas.
Desde al menos 2018, los escolares haitianos han perdido decenas de horas de clase, lo que ha repercutido en su rendimiento académico y su formación y convierte a la educación en uno de los sectores más afectados por la inseguridad.
La ‘revolución’ de Guy Philippe
En este contexto de creciente tensión contra el Gobierno, ha entrado en escena el exsenador y antiguo líder rebelde Guy Philippe, que ha jurado lo que él llama una ‘revolución’ para cambiar las cosas en Haití, aunque descarta una ‘revolución armada’.
Cuenta con el apoyo y el respaldo de cientos de agentes de la Brigada de Seguridad de las Zonas Protegidas (BSAP), una nueva entidad armada sobre la que las autoridades han perdido completamente el control.
A pesar de que el Gobierno les ha prohibido llevar armas y uniformes e incluso moverse por la ciudad, siguen haciéndolo libremente, armados y uniformados por varias grandes poblaciones de provincia, rebelándose contra las autoridades.
Además de esta amenaza, resurge la de las bandas, con un aumento de sus ataques armados contra la población civil.
Más de una decena de personas masacradas, una nueva cárcel civil y miles de desplazados son el saldo parcial de un ataque reciente del grupo Mawozo, de 400 miembros.
El encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Haití, Eric William Stromayer, manifestó su apoyo al primer ministro, Ariel Henry, en medio de las manifestaciones que demandan su renuncia del gobierno.
Según una información publicada por el diario haitiano Vant Bef Info, el diplomático declaró que Ariel Henry se irá después de las elecciones. Indicó que durante una entrevista con Caribbean FM, el diplomático invitó a los distintos actores a dialogar con el gobierno. Consideró que la organización de elecciones con total transparencia es la mejor solución que puede poner fin a esta transición que dura demasiado en Haití.
“No estamos aquí para apoyar a un partido u otro. Estamos aquí para apoyar a Haití para que pueda atravesar un período difícil, para que pueda salir de esto”, agregó en una declaración que resalta el medio Haití 24.
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