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Agresión sexual
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Oficina para el Desarrollo de la Mujer propone agresión sexual no prescriba nunca en Código Penal

Dos organizaciones civiles rechazan el Código Penal y consideran que en el caso del feminicidio la tipificación sigue siendo inadecuada

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Oficina para el Desarrollo de la Mujer propone agresión sexual no prescriba nunca en Código Penal
Dos organizaciones civiles se manifestaron contra el nuevo Código Penal que conocen los legisladores. (ARCHIVO)

La Oficina para el Desarrollo de la Mujer y el Círculo de Abogadas Minerva, de la provincia Hermanas Mirabal, manifestaron este viernes su rechazo al proyecto de Código Penal que se estudia en el Congreso Nacional, manifestando a la vez su preocupación por que la norma contemple la prescripción de los delitos sexuales contra menores de edad.

Ambas entidades publicaron una carta dirigida al presidente Luis Abinader en la que expresan sus consideraciones sobre el nuevo código penal que es debatido.

Entrevistada al respecto, Linabel González, directora de la Oficina para el Desarrollo de la Mujer y miembro del Círculo de Abogadas Minerva, indicó que lo ideal sería que los delitos sexuales contra menores de edad no prescriban nunca en el Código Penal.

El proyecto de Código Penal contempla en su artículo 141 que el plazo de la prescripción en las infracciones de agresión sexual, agresión sexual incestuosa, violación sexual y violación sexual incestuosa contra niños, niñas y adolescentes comenzará a computarse a partir de la mayoría de edad de la víctima y no de la comisión del hecho.

En su artículo 45 sobre la prescripción, el Código Procesal Penal dominicano establece que la acción penal prescribe:1) Al vencimiento de un plazo igual al máximo de la pena, en las infracciones sancionadas con pena privativa de libertad, sin que en ningún caso este plazo pueda exceder de diez años ni ser inferior a tres. 2) Al vencimiento del plazo de un año cuando se trate de infracciones sancionadas con penas no privativas de libertad o penas de arresto.

  • En tanto Linabel González consideró que una agresión sexual no debe prescribir nunca.

"Sí, pero es que no es suficiente, independientemente con relación a esto, porque una persona, hasta para una persona adulta es muy difícil poder romper el silencio, y recuerda que normalmente los tipos de abusos a infantes van cargados de amenaza, de que si tú lo dices yo te mato a ti, yo mato a tu mamá, y esa es la experiencia", indicó.

Propuso que el delito no prescriba "porque si no tú (como agresor) te vas a ocultar, y tú sabes que va a perimir, y ya tú no vas, la justicia no te va a alcanzar a ti".

Feminicidios

Ambas entidades, además consideraron que en el caso del feminicidio la tipificación sigue siendo inadecuada.

"No se reconoce como un crimen autónomo, invisibilizando su raíz estructural y obstaculizando una respuesta efectiva del sistema judicial ante la forma más extrema de violencia de género", manifestaron.

La carta

A continuación, la carta íntegra:

Provincia Hermanas Mirabal

Salcedo, República Dominicana 

16 de julio de 2025

Señor 

Luis Abinader Corona

Presidente de la República Dominicana

Nos dirigimos a usted desde la provincia Hermanas Mirabal, la cuna de las mariposas, ese símbolo imborrable de lucha y dignidad que nos compromete, aún hoy, a levantar la voz frente a toda forma de injusticia y opresión.

Con profunda preocupación y un sentido de urgencia, expresamos nuestro rechazo al proyecto del nuevo Código Penal en su versión actual. Lo que se nos prometió como una reforma moderna y justa, adaptada a los tiempos que vivimos, ha resultado ser un documento que, lejos de avanzar, perpetúa omisiones históricas, abre puertas a la impunidad y atenta contra los derechos fundamentales de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.

Nos alarma, en primer lugar, la prescripción de los delitos sexuales contra menores de edad. Este silencio legal ante el dolor y el trauma de miles de niñas y niños víctimas de abuso es, en sí mismo, una forma de violencia institucional. Sabemos que el abuso sexual infantil suele estar rodeado de miedo, amenazas, vergüenza y años de silencio. ¿Cómo puede un Estado hablar de justicia si condiciona a una niña violentada a "denunciar a tiempo"? Esta disposición no protege a las víctimas: protege a los agresores.

También nos indigna el artículo 112 del proyecto, que otorga una exención de responsabilidad penal a las iglesias. ¿Desde cuándo existen zonas exentas de ley? ¿Qué mensaje se envía cuando se privilegia a instituciones por encima de la justicia? Ninguna sotana, ningún púlpito, debería estar por encima del dolor de una víctima.

Igualmente grave es la ausencia total de cualquier mención a la despenalización de la interrupción del embarazo bajo las tres causales. En un país donde tantas niñas enfrentan embarazos producto de violaciones, donde existen embarazos inviables o que ponen en riesgo la vida de la madre, no reconocer el derecho a decidir es perpetuar el sufrimiento y reforzar la violencia. Criminalizar el aborto en todos los casos es una sentencia de muerte para muchas mujeres y niñas.

Por otro lado, la tipificación del feminicidio sigue siendo inadecuada. No se reconoce como un crimen autónomo, invisibilizando su raíz estructural y obstaculizando una respuesta efectiva del sistema judicial ante la forma más extrema de violencia de género.

A ello se suma un hecho profundamente preocupante: este Código Penal, en su redacción actual, ignora por completo las convenciones internacionales de derechos humanos de las que el Estado dominicano es signatario, así como las recomendaciones y decisiones emanadas de los órganos especializados de Naciones Unidas. Este desconocimiento deliberado no solo compromete el cumplimiento de obligaciones internacionales, sino que evidencia una falta de voluntad política para armonizar nuestra legislación con los estándares globales en materia de derechos humanos.

Señor Presidente, este código no incorpora una perspectiva de género, ni un enfoque de derechos, ni una comprensión real de las múltiples formas de desigualdad y violencia que afectan a nuestra población. La modernidad ha de medirse por su capacidad de proteger a quienes más lo necesitan.

Desde nuestra provincia, que guarda el legado vivo de Patria, Minerva y María Teresa, reiteramos con fuerza: este Código Penal representa una traición a la sociedad y a la justicia. No podemos permitir que se apruebe un texto que, en lugar de proteger, abandona; que, en lugar de reconocer derechos, los niega; y que, en lugar de avanzar, retrocede.

Le exigimos que escuche la voz de los territorios, de las mujeres, de las niñas, de las víctimas, de las organizaciones sociales que trabajamos por la vida, la justicia y la dignidad. Este no es el Código Penal que nuestro país merece.

Con respeto y firmeza,

Firman:

Oficina para el Desarrollo de la Mujer

Círculo de Abogadas Minerva

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