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Juan Pablo Duarte
Juan Pablo Duarte

Juan Pablo Duarte se enamoró y comprometió en dos ocasiones

Robaron una piedra de rubí, que fue un regalo del prócer a su prometida, la señorita Prudencia Lluberes Álvarez, junto a otro anillo con el rostro de Duarte

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Juan Pablo Duarte se enamoró y comprometió en dos ocasiones
Robaron una piedra de rubí, que fue un regalo del prócer a su prometida, Prudencia Lluberes Álvarez junto a otro con el rostro de Juan Pablo Duarte. (ILUSTRACIÓN.)

Juan Pablo Duarte, el fundador de la República Dominicana, se enamoró intensamente de dos mujeres, María Antonia Bobadilla y Prudencia Lluberes Álvarez, con quienes llegó a comprometerse, aunque nunca contrajo matrimonio, según documentó la periodista Emilia Pereyra en un reportaje de Diario Libre publicado el 12 de julio de 2018 bajo el título Penas y amores de los valientes líderes de la separación dominicana.

Esas historias volvieron a la memoria pública tras el robo el pasado 5 de agosto, del anillo con piedra de rubí que Duarte regaló a Prudencia Lluberes, pieza patrimonial que fue recuperada por las autoridades días después.

"Duarte fue un hombre en el sentido normal de la palabra: enamorado, amante y suponemos que apasionado"Miguel Soto JiménezExministro de Defensa y autor de Duarte Revisado

El historiador Orlando Inoa asegura en su "Biografía de Juan Pablo Duarte que: "En su juventud, en distintos momentos de su vida", el héroe tuvo dos novias: "María Antonia Bobadilla y Prudencia Lluberes. Con ambas llegó a comprometerse, pero con ninguna contrajo matrimonio".

La sortija que el joven Duarte regaló a su prometida María Antonia es exhibida en el Museo de Cera Juan Pablo Duarte, donde se muestran otras facetas de su vida, como su interés por la educación, la escritura, los libros, las artes y el catolicismo.

Inoa expresa que existe muy poca información sobre las relaciones amorosas de Duarte, y que apenas se conserva una documentación que se refiere al patriota y a la señorita Bobadilla "participando como padrinos del bautizo de Wenceslao Camilo, hijo de Vicente Celestino, el 20 de octubre de 1837, en el templo de San Carlos".

  • Obviamente ni esas relaciones amorosas ni las que tuvo con Prudencia Lluberes prosperaron, pues Duarte no se casó ni se le ha conocido descendencia.

Duarte, según Soto Jiménez

En relación a esa faceta de la vida personal del prócer, el escritor Miguel Soto Jiménez ha expresado: "¿Era bailador el Patricio como Bolívar o Mon Cáceres? ¿Le gustaban los tragos, como se dice de Mella o Florentino? ¿Las cosas finas, como a Washington? ¿Era muy enamorado, como Sánchez, Perdomo, Jefferson o el mismo Libertador?"

"A nosotros no nos cabe duda de que Duarte sentía gran atracción por el bello sexo, no sólo por lo que se habla de las novias de Duarte en los apuntes de su hermana Rosa, quien cuida la memoria de su hermano defendiéndolo contra los prejuicios de su época, en la cual las mujeres eran tan recatadas que, teniendo la vocación de criptógamas, solían serlo más si eran como las jamonas de otros tiempos", ha argumentado en el libro "Duarte Revisitado".

El exsecretario de las Fuerzas Armadas expresó que por eso Rosa Duarte habla con cuidado de los amores de su hermano. Y agrega: "Cabe pensar en cómo fueron los amores clandestinos de Duarte en San José de los Llanos o el fogaraté que se siente en las líneas de su ensayo del diario en Alemania, cuando habla de esas mujeres rubias cuya alusión sin duda alguna descompone su pretendida indiferencia por esas cosas banales de la carne", agregó.

Soto Jiménez manifestó, asimismo: "Duarte fue un hombre en el sentido normal de la palabra: enamorado, amante y suponemos que apasionado. No procreó descendencia conocida, porque como otros grandes auténticos revolucionarios, consagró su vida a la causa nacional, la que absorbió sus otros aspectos familiares".

Con 30 años, en 1843, Duarte laboraba como comerciante en un negocio de venta de artículos para buques y quincallería de su padre, situado en La Atarazana, próximo a la Puerta de San Diego, en el puerto de Santo Domingo. El héroe era culto, un gran lector y escribió varios poemas, entre ellos "La cartera del proscrito".

En su obra "Vicisitudes de Juan Pablo Duarte", el historiador Juan Daniel Balcácer escribe que el patricio, "... al igual que sus compañeros de partido, fue victimizado desde los inicios de la República, mediante la Resolución núm. 17 de la Junta Central Gubernativa, que lo condenaba al ostracismo de por vida, con órdenes de ser fusilado en caso de ingresar al territorio nacional".

Además, recuerda que el 10 de septiembre de 1844, "humillado, engrillado y confinado en La Torre del Homenaje", Duarte fue embarcado hacia un nuevo exilio de 20 años que vivió en Venezuela. En esa nación murió el 17 de julio de 1876, a causa de una tisis severa, con 63 años de edad.

Balcácer rememora que el revolucionario fue objeto de inmerecidos infundios y calumnias desde antes de cristalizarse el movimiento político por el cual sacrificó su juventud y el bienestar de su familia y que esa campaña de descrédito se inició en Santo Domingo, a mediados del 1843, y fue promovida por "un reducido círculo de compatriotas cuya cosmovisión de los acontecimientos divergía sustancialmente de la concepción política preconizada por Duarte y sus correligionarios".

El héroe era un ser carismático, que consiguió darle dirección y propósito a un grupo de jóvenes valerosos. Compartió los conocimientos adquiridos en sus estudios particulares y durante sus viajes a los Estados Unidos y a Europa, e impartió gratuitamente clases de matemáticas, latín, esgrima y tiro. El patricio, quien poseía formación militar, era un luchador. Sus afanes patrióticos le produjeron innumerables sufrimientos y llevaron a la pobreza a su familia, pues invirtió sus bienes en la lucha independentista.

¿Qué dice el Instituto Duartiano?

De acuerdo con una publicación del Instituto Duartiano en su sitio web en 1836, Juan Pablo Duarte inició su primera relación sentimental con María Antonieta Bobadilla. Su segunda novia y prometida fue Prudencia Lluberes (La Nona), su amor más largo e intenso.

En el caso de Prudencia Lluberes tuvo un sentimiento indeleble, pues aquella linda muchacha hija de catalanes recibió una sortija de Duarte y se entregó a la causa revolucionaria. Duarte fue exiliado a Alemania, y estos no volvieron a encontrarse, sin embargo, el amor que ella profesó solo la muerte pudo terminarlo, pues falleció soltera esperándolo.

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