Cómo prevenir el ahogamiento infantil: claves para disfrutar de una piscina segura
Cada año, más de 300,000 personas mueren por ahogamiento en el mundo. Una de cada cuatro víctimas es un niño menor de cinco años, según la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, cada año, en todo el mundo mueren ahogadas unas 300,000 personas. Casi una cuarta parte de estos fallecimientos corresponde a niños menores de 5 años.
El ahogamiento es la cuarta causa de muerte más frecuente entre los niños de 1 a 4 años y la tercera entre los niños de 5 a 14 años.
República Dominicana no es ajena a estas estadísticas y, más por tratarse de una media isla, donde el sol tropical invita a darse un chapuzón en cualquier momento del año.
En la tarde del martes de esta semana, una niña de cinco años murió ahogada en una piscina mientras la familia celebraba el cumpleaños de su hermana mayor, en un centro recreativo del municipio Quisqueya, provincia San Pedro de Macorís.
Según informaciones, el hecho ocurrió cuando la menor cayó a una piscina destinada a adultos mientras la familia disfrutaba de la actividad.
Prevención
Para evitar la ocurrencia de este tipo de tragedias, la OMS cita en su página web algunas medidas preventivas.
"El cubrimiento de pozos, la colocación de barreras con puertas o corralitos, el vallado del perímetro de piscinas y otras medidas de control del acceso a las masas de agua reduce el nivel de riesgo y de exposición a los peligros acuáticos", asegura la entidad.
Asimismo, una supervisión constante y activa es fundamental.
Nunca se debe dejar a un niño solo cerca del agua, ni siquiera por un momento. La supervisión debe ser permanente y directa, con la atención puesta exclusivamente en el niño. Es recomendable que un adulto responsable esté siempre al alcance visual y físico.
- Los chalecos salvavidas y otros dispositivos de flotación aprobados son esenciales, especialmente para niños que aún no saben nadar. Sin embargo, no reemplazan la supervisión constante.
Otra alternativa son las clases de natación para niños, las cuales pueden reducir significativamente el riesgo de accidentes. Además, fomentar la educación sobre los peligros del agua y las normas básicas de seguridad ayuda a crear conciencia.
Que los adultos acompañantes estén preparados para emergencias nunca está de más. Lo ideal sería que los padres y cuidadores sepan técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y primeros auxilios para actuar rápidamente en caso de accidente.
Sumado a esto, una piscina en buen estado, con el agua limpia y visible, permite detectar rápidamente cualquier situación de riesgo. Además, la iluminación adecuada es clave para la seguridad en horas de poca luz.
Otro tip de seguridad es utilizar trajes de baño en colores vibrantes para identificar rápidamente entre la multitud la posición donde se encuentra el menor.
Supervisión constante
Perímetro cercado
Utilizar flotadores
Enseñar a los niños a nadar desde pequeñitos
Adiestrar a los adultos con primeros auxilios