VIDEO | SP garantiza seguridad de agua potable tras hallazgo de bacterias resistentes a antibióticos
Salud Pública asegura que la cloración neutraliza los microorganismos detectados en ríos, aunque refuerza el plan contra la resistencia antimicrobiana
El Ministerio de Salud Pública instó este miércoles a la población a utilizar con normalidad el agua potable que llega a través de los sistemas de acueducto, debido a que este líquido es tratado mediante cloración y sometido a la vigilancia sanitaria de las autoridades.
La institución emitió estas declaraciones luego de que un estudio del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) advirtiera sobre la presencia, en los ríos Ozama, Isabela, Yaque del Norte y Yaque del Sur, de bacterias clasificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como prioritarias por su resistencia a los antibióticos.
El hallazgo generó preocupación en la Sociedad Dominicana de Infectología, que pidió a las autoridades integrar formalmente la resistencia bacteriana ambiental dentro de la vigilancia epidemiológica nacional.
"El hecho de que tengamos bacterias en nuestros ríos y que sean resistentes a antibióticos no quiere decir que sean resistentes al cloro, una sustancia química que neutraliza la presencia de todas estas bacterias en el agua y la vuelve apta para el consumo humano", explicó el viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez.
El funcionario sostuvo que, aunque no se recomienda utilizar directamente estas aguas, en caso de necesidad "la cloración es bastante efectiva". Indicó que este proceso es sencillo: "simplemente se agregan de ocho a diez gotas de cloro por galón, se deja reposar 30 minutos y el cloro hace su efecto".

Atención a la resistencia antimicrobiana
A pesar de la recomendación, Pérez señaló que el hallazgo llamó la atención del ministerio y aceleró el lanzamiento del Plan de Resistencia a los Antimicrobianos.
El viceministro explicó que desde hace varios años las autoridades, las sociedades especializadas y los sectores académicos trabajan en el plan, cuyo objetivo es crear regulaciones para que la prescripción y venta de los antimicrobianos o antibióticos estén sometidas a mayores controles.
Recordó que la resistencia antimicrobiana ocurre cuando, al enfermarse una persona, los antibióticos no tienen el efecto esperado. Esto puede suceder porque quienes padecen una infección interrumpen el tratamiento antes de tiempo.
"Cuando una persona tiene cualquier tipo de gripe o infección, quiere usar una pastilla de cualquier fármaco; la toma una o dos veces y, tan pronto se siente bien, la deja.
Eso quiere decir que cualquier bacteria presente en el organismo ya es sensible a este fármaco y, si la persona vuelve a empeorar, el medicamento no será efectivo", explicó el médico.
El viceministro agregó que los especialistas realizan estudios como antibiogramas para identificar qué antibióticos sí funcionan.
"Como Estado, estamos trabajando para que esa resistencia no se expanda en nuestro país y garantizar que los antibióticos de uso común sigan siendo efectivos en la población", detalló Pérez.
Subrayó que la resistencia antimicrobiana es una preocupación internacional señalada tanto por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como por la OMS.
"Todos los países estamos trabajando para controlar las prescripciones de antibióticos, tanto en el ámbito comunitario —cuando los pacientes reciben tratamientos domiciliarios— como en el uso intrahospitalario", indicó.
Más sobre el hallazgo
El estudio, realizado por un equipo de científicos del IIBI en colaboración con las universidades INTEC, ISFODOSU e ISA, detectó microorganismos como Escherichia coli, Klebsiella, Pseudomonas y Acinetobacter, clasificados por la OMS como prioritarios por su resistencia a los medicamentos.
Estas bacterias están asociadas con infecciones intestinales, urinarias, respiratorias y cutáneas.
La investigación utilizó técnicas de secuenciación de genoma completo y metagenómica, lo que permitió no solo identificar las bacterias presentes en los ríos, sino también determinar sus capacidades y rutas de dispersión.
Los resultados muestran que, al estar presentes en el ambiente, estas bacterias pueden llegar a los alimentos, al agua potable o a las personas que usan los ríos para bañarse o trabajar, complicando el tratamiento de posibles infecciones.
La Sociedad Dominicana de Infectología (SDI) indicó en un comunicado que los patógenos hallados "representan una amenaza directa para la salud de la población dominicana, pudiendo causar gastroenteritis, infecciones urinarias, neumonías, infecciones cutáneas, septicemias y otras condiciones de difícil manejo clínico debido a su resistencia a múltiples medicamentos".
La sociedad especializada propuso, además, diversas acciones prioritarias:
- Refuerzo de la vigilancia ambiental y epidemiológica, con monitoreo periódico de fuentes de agua y reporte transparente de resultados.
- Tratamiento efectivo de aguas residuales domésticas e industriales, para reducir la carga de bacterias y contaminantes que llegan a los ríos.
- Campañas de educación ciudadana, orientadas a evitar la automedicación con antibióticos y promover el uso racional de estos medicamentos.