¿Qué es la fosfomicina? Médicos y OMS alertan por uso sin receta
Los efectos secundarios más frecuentes son diarrea, dolor abdominal, cefale, entre otros

Médicos y expertos en salud pública advierten sobre el creciente uso de antibióticos sin receta, señalando que fármacos como la fosfomicina, aunque útiles en infecciones urinarias leves, corren el riesgo de perder eficacia si se consumen indiscriminadamente.
La fosfomicina es un antibiótico de amplio espectro que actúa inhibiendo la síntesis de la pared bacteriana, y se utiliza comúnmente en cistitis no complicada en mujeres. Su ventaja es que puede administrarse en una única dosis oral.
Pero organizaciones sanitarias, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierten que el uso de antibióticos sin supervisión médica —incluyendo la adquisición sin receta en farmacias— acelera la aparición de bacterias resistentes y pone en riesgo la eficacia futura de estos medicamentos.
"Vender antibióticos sin receta conduce a dosis incorrectas y tratamientos inadecuados, amplificando la resistencia", dijo un infectólogo consultado por Reuters. En países con regulaciones laxas, la automedicación con antibióticos es común, lo que puede convertir tratamientos sencillos en amenazas para la salud global.
La fosfomicina no está indicada para infecciones urinarias complicadas o para casos de pielonefritis, donde necesitan otros antibióticos más potentes o combinaciones terapéuticas.
Efectos
Los efectos secundarios más frecuentes son leves: diarrea, dolor abdominal, cefalea. En casos raros, puede provocar reacciones alérgicas graves o alteraciones intestinales como diarrea por Clostridioides difficile.
En personas con insuficiencia renal grave, su uso debe ser cauteloso, dado que la eliminación del fármaco puede estar comprometida.
Estudios recientes muestran que la dosis única de 3 gramos de fosfomicina es tan eficaz y segura como otros antibióticos para cistitis no complicada, lo que la posiciona como una opción útil si se usa correctamente.
No obstante, para que su utilidad se preserve, los especialistas reclaman fortalecer controles legales para impedir la venta sin receta, capacitar farmacéuticos en dispensas responsables, y educar al público sobre los peligros de la automedicación.
"La resistencia a los antibióticos es una amenaza silenciosa, y cada vez que un antibiótico se convierte en un producto de venta libre sin supervisión, estamos cavando nuestra propia tumba terapéutica", advirtió otro experto en salud pública.