Escena desgarradora: niños mendigan en semáforos de Santo Domingo a altas horas de la noche
El trabajo infantil en República Dominicana es una problemática persistente

Fue una escena desgarradora. A las 11:35 de la noche de este martes 25 de marzo, tres menores de edad —dos niñas y un niño de no más de ocho años— se movían entre los vehículos detenidos en un semáforo, estirando sus pequeñas manos en busca de una limosna.
Sonrientes y bailando, reflejaban la inocencia propia de la niñez, pero también el peso de una realidad que no deberían estar enfrentando.
En la intersección de las avenidas John F. Kennedy y Abraham Lincoln, los menores se paseaban sin la protección de un adulto, desafiando el peligro que acecha en la oscuridad y exponiéndose a riesgos que ni siquiera un adulto tendría que afrontar a esas horas.
Es triste y lamentable que escenas como esta se repitan una y otra vez en nuestra sociedad. Niños a los que les toca estar en casa, seguros, durmiendo para vivir un nuevo día de juegos y aprendizaje, terminan en las calles, invisibles para muchos, incluso para las propias autoridades, y expuestos a un destino incierto.
Menores vulnerables
La explotación de menores que son sometidos diariamente a esta práctica es una problemática que perdura en el tiempo.
Es frecuente ver a niños, principalmente de nacionalidad haitiana, mendigando en las principales calles del polígono central.
A esto se suma el trabajo infantil,que afecta a miles de niños y niñas, especialmente en comunidades vulnerables.
Según la legislación dominicana, el trabajo de menores de 14 años está prohibido, salvo excepciones específicas como actividades artísticas o educativas autorizadas por el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, en la práctica, muchos menores se ven obligados a trabajar en condiciones que comprometen su desarrollo físico, psicológico y moral.
- La Constitución dominicana y el Código de Trabajo establecen la erradicación del trabajo infantil como un objetivo prioritario, pero aún queda mucho por hacer para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que buscan eliminar esta práctica para 2025.