El 56.7% de bonos millonarios de 2014-2019 ya están afuera del sistema
En la Grandes Ligas la paciencia es corta hasta con los súper prospectos
Que en Oakland hayan perdido la fe en las habilidades como bateador de Robert Puasón a los 21 años de edad, en el quinto de haber firmado y a mitad de su cuarta temporada puede parecer extemporáneo, sobre todo cuando se trata de la mayor inversión que se haya hecho en prospecto dominicano.
El arsenal de talento que tenía el romanense cuando en 2019 recibió US$5,1 millones de bono (como la velocidad en su brazo) parece ser la única razón por la que todavía en los Atléticos vean cierta utilidad en él.
Los clubes de las Grandes Ligas entreguen toneladas de papeletas verdes cada año a decenas de joyas dominicanas, pero la velocidad en su desarrollo es determinante para mantenerlo en sus plantillas, ahora con mucho menos espacio, tras la eliminación de 42 equipos de ligas menores en 2019 y de 450 plazas este año con la reducción de los rosters por organización de 180 a 165.
Sin embargo, recibir un pago de siete dígitos no es garantía de que el equipo tendrá la paciencia de Job para esperar por su despegue.
Desde bajo rendimiento, falta de motivación que tiran por el suelo la proyección hasta problemas de salud e indisciplinas, el camino entre el fichaje y el aterrizaje en el Big Show está repleto de escenarios que pueden cambiar los pronósticos.
En ese año fiscal que firmó Puasón, el 2019-2020, los equipos reclutaron a 17 adolescentes quisqueyanos de al menos un millón de dólares. De ese grupo hay cinco que han sido despedidos antes de cumplir las cuatro temporadas, el más reciente Rivelvin de Castro, a quien Toronto le dio US$1,2 millones.
El pasado 29 de marzo el torpedero ambidiestro romanense fue dejado libre tras el conjunto canadiense verlo 139 juegos y agotar 459 apariciones hasta Clase A, con una línea ofensiva de .187/.287/.277. Solo tiene 21 años.
El caso de Bayron Lora apenas disputó 47 partidos en la Liga de Verano Domincana en 2021 antes del equipo enviarlo a la lista restringida en mayo de 2022, una especie de archivo muerto.
Los Rangers pagaron por él US$3,9 millones ese 2019, la llegada del Covid-19 retrazó su debut profesional, pero el club se cansó de su actitud y lo apartó.
El oriundo de Palenque ha tratado de recuperar la forma y su cuenta en Instagram la actualiza con sesiones de trabajo, donde se ha mostrado interesado en regresar.
Grupo mayor
Lo anterior citado es una muestra pequeña. Entre 2014 y 2019 los equipos destinaron US$162,950,050 para reclutar a 81 adolescentes criollos por bonos de siete dígitos.
Todos ya acumularon el tiempo para ser protegidos en roster de 40 y evitar el sorteo de Regla 5, pero del grupo 46 fueron dejados en libertad por sus organizaciones y a la fecha están fuera del sistema. Se trata del 56.7%.
De esa lista 13 han pisado la Gran Carpa, lo que se traduce en el 16%, un porcentaje que triplica a la media general de los que se gradúan como bigleaguers entre los reclutados.
Jhailyn Ortiz, un jardinero de esquinas oriundo de Jarabacoa, fue el bono más alto de 2015-2016, una clase donde se reclutó talentos como Juan Soto, Vladimir Guerrero Jr., Fernando Tatis Jr., y Leody Taveras.
Entonces, los Filis autorizaron US$4,2 millones por Ortiz, el 92% del presupuesto del equipo ese año (US$4,5 MM). En noviembre fue dejado libre, en un tramo donde solo jugó en AAA en 32 de sus 627 partidos de ligas menores.
Wander Javier fue el otro miembro de esa clase que alcanzó el umbral de los US$4 millones, en su caso de los Mellizos. Los problemas físicos se cruzaron y en marzo de 2023 se retiró de forma voluntaria.
La mala experiencia de Oakland
A los Atléticos les ha costado sacar provecho a los diamantes dominicanos por los que ha hecho su mayor apuesta. En 2008 dispusieron US$4,2 millones por el derecho Michael Ynoa y el puertoplateño de inmediato confrontó problemas físicos. El equipo lo cambió en 2014 e Ynoa solo lanzó 59 entradas en la MLB. En 2016, Oakland volvió a abrir la cartera y dio bonos de US$1,5 MM y US$1,1 MM a los torpederos Yedel Vargas y Marcos Brito, respectivamente. Vargas fue dejado libre en 2021 y Brito en 2022, sin superar AA. Puasón fue su más reciente aventura, una que no arrancó con el bate y ahora se prueba como lanzador.
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