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El caso de José Alvarado no debe ser consuelo para justificar el dopaje

Apenas el 1.8 % de venezolanos falló a pruebas de dopaje. Los dominicanos fueron el 7.1 %

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El caso de José Alvarado no debe ser consuelo para justificar el dopaje
José Alvarado, de los Filis de Filadelfia, se perderá lanzar en la postemporada de la MLB como parte del castigo. (AP)

La sanción de 80 partidos que el 18 de mayo informó la Major League Baseball aplicó al relevista venezolano José Alvarado no debe ser vista como consuelo para el actor del béisbol dominicano, llámese jugador, entrenador, agente, fanático o comunicador.

La natural rivalidad que se crea entre países rivales en el terreno suele crear cuestionamiento al éxito del uno por el otro.

Algunos que les cuesta asimilar y aplaudir el éxito quisqueyano en privado o entre los dientes recurren a la falsificación de edad y al uso de esteroides (que las estadísticas certifican es alto) para usarlos como asteriscos y restarle mérito al gentilicio que mayor impacto ha tenido en un deporte desde su creación dominado por anglosajones.

Los positivos de Manny Ramírez, Bartolo Colón, Robinson Canó y Fernando Tatis Jr., han servido de combustible para crear incendios y apuntalar esa teoría. El goteo anual de dominicanos que fallan a las pruebas se ha encargado de mantener encendida la llama.

Los líderes

Los duartianos asumieron el control entre la representación internacional en 1978 (cuando desplazaron a Puerto Rico por 31-20 según Baseball Almanac) y desde entonces no han cedido el mando. Al arranque de 2024 quedaron con 108 con Venezuela como más cercano en la lista foránea con 63.

Los venezolanos, con gran empuje desde principio de siglo, entraron a la pelea por el liderazgo con figuras como Miguel Cabrera, Bobby Abreu, Johan Santana y Félix Hernández, y con ello creció una sana la rivalidad, pero que, principalmente entre fanáticos, se suele recurrir hasta los insultos.

Cuando ocurren casos como el de Alvarado, en cuyo cuerpo se encontró testoterona exógena y también perderá US$4.5 millones dentro del castigo, entonces llega ese tipo de consuelo, entre seguidores dominicanos. Ellos también se dopan.

Un consuelo que no ayuda en la necesidad de concienciar al pelotero quisqueyano del riesgo que se corre al incurrir en el uso de sustancias prohibidas.

Sin embargo, la comparación no es válida. Y qué bueno que no lo es, porque lo mal hecho nunca puede ser compensado con lo mal hecho.

En las 20 temporadas transcurridas entre ese 2005, cuando Grandes Ligas comenzó a aplicar castigos a los que fallaran a pruebas de dopaje, y 2024 pasaron 375 venezolanos por el Gran Circo, de acuerdo a Baseball-Reference. De ellos solo siete fueron suspendidos según el listado que suministró la Major League Baseball a Diario Libre: Juan Rincón (2005), Rafael Betancourt (2005), Eliézer Alonso (2008), Freddy Galvis (2012), Francisco Cervelli (2013), Sergio Escalona (2013) y Jesús Montero (2013), un porcentaje de un 1.8 %.

Más jugadores, más casos

En ese tramo jugaron 669 quisqueyanos, de los cuales 48 recibieron sanciones del programa. Se trata de un 7.1 %, una proporción de casi cuatro veces más (3.9 %) que los de la isla caribeña. Está claro que los bolivarianos han sido mucho mejores alumnos que los luperonianos cuando se trata de cumplir con el programa. Es lo que dicen las estadísticas.

12 años sin fallar

Visto de otra forma, antes de Alvarado, de los Filis de Filadelfia, había pasado más de una década desde la última vez que un bolivariano fue suspendido. Igual, que más del 92 % de los dominicanos que jugaron en la MLB no hayan fallado a las pruebas desmonta el discurso de que el éxito de este país esté basado en el uso de esteroides.

El grueso de jóvenes venezolanos que ingresa al sistema de la MLB proviene de sectores humildes, igual que los dominicanos, que los colombianos o panameños. El estímulo para hacer trampa es igual, en un deporte donde los latinos que alcanzan el gran dinero es una cifra inferior a los dos dígitos.

Si nos vamos a las ligas menores, en esos 20 años hubo 487 casos de suspensiones que correspondieron a duartianos entre ligas menores y la MLB, mientras que los de la patria de Bolívar quedó en 140. Es cierto que se firman más jugadores en la isla caribeña, pero la diferencia entre los que fallan sigue alta.

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Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Dominicana O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde el 2001. Es editor de Deportes de Diario Libre.