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Dimisión y el despido injustificado concentran más del 75 % de los litigios laborales

Tribunales pueden conocer hasta 70 casos de conflictos laborales

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Dimisión y el despido injustificado concentran más del 75 % de los litigios laborales
Juzgado de Trabajo del Distrito Nacional, en donde se conocen más más de 100 audiencias sobre dimisión y el despido injustificado. (DIARIO LIBRE/ JOAQUÍN CARABALLO)

Los tribunales laborales en República Dominicana enfrentan una fuerte sobrecarga de casos, la mayoría vinculados a terminación de contratos. Abogados y especialistas coinciden en que la dimisión y el despido injustificado concentran entre un 75 % y un 90 % de los litigios, mientras que el desahucio representa cerca de un 10 %.

Los litigios laborales se concentran en tres figuras:

  • Dimisión, cuando el trabajador alega faltas del empleador para poner fin a la relación.
  • Despido, cuando el empleador atribuye una falta al trabajador.
  • Desahucio, cuando cualquiera de las partes termina el contrato sin alegar motivos, más común en el sector público.

Un abogado de un juzgado de trabajo señala que muchos procesos terminan en acuerdos, aunque algunos juristas prefieren llevarlos hasta lograr una sentencia porque las condenas suelen ser más beneficiosas.

El abogado Daniel Jiménez reporta que los casos por dimisión y despido son frecuentes en el sector construcción y en empresas de telecomunicaciones, como los call centers, donde —según advierte— algunas multinacionales aplican la llamada "teoría de la economía de la falta", despidiendo sin pagar prestaciones y apostando a que muchos trabajadores no reclamen.

El exsecretario de Trabajo y artífice del Código de 1992, Rafael Alburquerque, coincide en que cerca del 90 % de los litigios se derivan de la terminación de contratos.

Un sistema sobrecargado

En el Distrito Nacional, los seis tribunales laborales y la presidencia conocen en promedio unas 150 audiencias diarias, de acuerdo con una fuente consultada del Juzgado de Trabajo en el Distrito Nacional.

Danny Hernández, usuario del sistema, dice que, aunque los procesos en primera instancia suelen resolverse con rapidez, los recursos ante la corte alargan significativamente los plazos.

"En el Juzgado de Trabajo los procesos se conocen de manera rápida. Generalmente, en primera instancia no duran mucho. No obstante, cuando el caso pasa a la Corte, el tiempo puede alargarse, aunque se trata de plazos procesales y no de negligencia judicial", señala Hernández.

Detalla que en las salas ordinarias se conocen entre 30 y 70 audiencias por día. El tribunal cuenta con seis salas más la presidencia. "Solo hoy, en la presidencia, se conocieron seis audiencias. En conjunto, se manejan en promedio unas 150 audiencias diarias", lo que refleja la gran cantidad de conflictos laborales, especialmente por dimisión.

El sindicalista Rafael -Pepe- Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), denuncia que los litigios tienden a prolongarse durante años, lo que afecta tanto a trabajadores que dependen de ingresos inmediatos como a pequeñas empresas con limitaciones financieras.

  • Abreu también alerta sobre prácticas abusivas de algunos abogados que convierten los litigios en un negocio: adelantan dinero a cambio de cesión de derechos de los trabajadores o prolongan procesos para inflar la deuda del empleador mediante la "trinitaria", un recargo diario que se aplica si no se pagan las prestaciones en los primeros diez días tras el despido.

El debate sobre la reforma

La discusión sobre la modernización del Código de Trabajo (Ley 16-92) volvió al Congreso el martes, cuando el Senado de la República reintrodujo el proyecto de ley que modifica la normativa, luego de que la iniciativa perimiera en la pasada legislatura en la Cámara de Diputados.

La pieza ya había sido aprobada por los senadores en julio, pero no logró avanzar en segunda lectura en la Cámara Baja, lo que obliga a reiniciar su estudio.

Uno de los puntos más controvertidos es la exclusión de la figura del juez conciliador, que había sido consensuada para agilizar procesos. Tanto Alburquerque como Abreu consideran que su eliminación constituye un "grave retroceso" que desvirtúa la esencia de la reforma procesal.

Como parte de los esfuerzos de modernización, el Ministerio de Trabajo anunció la creación de la Escuela Nacional de Mediación y Conciliación, dirigida por el experto Nelson Espinal con el objetivo de formar mediadores y ofrecer servicios especializados en materia laboral y otros ámbitos.

Un sistema en busca de equilibrio

Pese a sus limitaciones, especialistas coinciden en que el Código vigente sigue siendo la mayor conquista del sistema laboral dominicano. No obstante, su efectividad depende de que el marco procesal se adapte a los tiempos actuales, con más jueces, plazos obligatorios, controles éticos y mecanismos de conciliación efectivos.

"Cuando se habla de derechos fundamentales, el más afectado suele ser el que menos puede", resume Hernández.

Mientras que Abreu advierte: "Si los trabajadores no confían en la justicia, recurren a la informalidad. Y ahí, todos perdemos".

TEMAS -

Graduado en Comunicación Social por la Universidad Dominicana O&M. Cursó un Máster en Comercio Internacional en el Centro Europeo de Postgrado. Tiene varios diplomados en economía, aduanas, sector eléctrico, impuestos y periodismo de investigación.