RD proyecta consolidación fiscal progresiva en el mediano plazo
Gobierno busca eliminar los gastos innecesarios
Apuesta por la expansión de la factura electrónica

El Ministerio de Hacienda y Economía proyecta un aumento gradual de la presión tributaria en la República Dominicana durante el período 2025-2029, impulsado por mejoras en la recaudación, la modernización del sistema fiscal y una revisión de los gastos tributarios, sin recurrir a la creación de nuevos impuestos.
“Desde la perspectiva de los ingresos, se impulsará la aplicación de medidas administrativas respaldadas en el Código Tributario y en el fortalecimiento de la fiscalización segmentada.
Estas acciones emplearán modelos de riesgo para focalizar auditorías con mayor precisión, mientras que la expansión de la factura electrónica permitirá consolidar una base de datos robusta que, mediante ingeniería de datos, reforzará la capacidad de supervisión fiscal y el control de la evasión”, se indica en el Marco Fiscal de Mediano Plazo septiembre 2025.
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La presión tributaria para este 2025 se proyecta que sea cercano al 16.03 %, partiendo de que el PIB nominal sea de 7,968,099.0 millones de pesos. Este para el 2029 sería de 11,276,446.6 millones de pesos.
El documento detalla que el crecimiento económico real estimado para el año fiscal 2025 se proyecta en base al crecimiento registrado en 2024 y en el análisis del entorno económico local y fiscal.
Bajo esas condiciones, se espera que en los años siguientes el crecimiento converja hacia un 5 %, considerado como el nivel de crecimiento potencial.
Es la presión fiscal esperada para enero-junio, un 7.8 % del PIB que se aguarda para 2025.
Este ritmo de expansión permitiría que el PIB nominal pase de 7,968,099.0 millones de pesos en 2025 a 11,276,446.6 millones en 2029, lo cual implica un incremento promedio de 8.78 % en términos corrientes.
Explica que este incremento estará sustentado en una estrategia de fortalecimiento institucional, que incluye la modernización tecnológica de las entidades recaudadoras, una fiscalización más rigurosa y una coordinación efectiva entre la Dirección General de Impuestos Internos, la Dirección General de Aduanas y la Tesorería Nacional.
El mencionado informe plantea que superar los problemas estructurales que han limitado el desarrollo nacional exige crear márgenes fiscales que permitan implementar políticas públicas sin elevar los riesgos financieros ni comprometer la sostenibilidad de las finanzas públicas. En este marco, explica que la política fiscal de mediano plazo se articula en dos pilares fundamentales: uno estratégico y otro operativo. El pilar estratégico se orienta a reducir las necesidades brutas de financiamiento, con el fin de contener los niveles de endeudamiento del sector público. El pilar operativo se enfoca en la eliminación de gastos innecesarios, el fortalecimiento de la capacidad recaudatoria y una gestión eficiente del portafolio de deuda. En conjunto, se proyecta una consolidación fiscal progresiva y sostenida del déficit, que permita alcanzar el equilibrio de las cuentas públicas y reducir la carga del servicio de la deuda sobre los ingresos del Estado en un horizonte razonable.

Joaquín Caraballo