El uniforme más fotografiado del Vaticano cobra relevancia en la sede vacante
La historia de la Guardia Suiza, símbolo de continuidad papal desde 1506

La muerte del papa Francisco ha devuelto la atención a una de las imágenes más representativas del Vaticano: la Guardia Suiza. Con sus uniformes renacentistas, esta unidad militar es clave en los días de sede vacante, protegiendo no solo el cuerpo del pontífice, sino también la seguridad del Colegio Cardenalicio durante el cónclave.
La Guardia Suiza fue creada oficialmente en 1506 bajo el mandato del papa Julio II, y es considerada el cuerpo militar activo más antiguo del mundo. Su primer contingente, de 150 hombres, llegó al Vaticano comandado por Kaspar von Silenen.
Desde entonces, su reputación de lealtad y valentía ha sido ratificada en episodios como el saqueo de Roma en 1527, cuando 147 de sus miembros murieron defendiendo al papa Clemente VII, y durante la Segunda Guerra Mundial, cuando tomaron posiciones defensivas ante el avance alemán, aunque el Vaticano no fue atacado.
A menudo llamada “el ejército más pequeño del mundo”, la Guardia Suiza está compuesta actualmente por 135 miembros y no depende de las fuerzas armadas suizas.
Se busca hombres solteros
Sus integrantes son hombres solteros, católicos romanos, de nacionalidad suiza, entre 19 y 30 años, con al menos 1.74 metros de estatura y formación militar previa. Después de cinco años de servicio y al menos 25 años de edad, pueden casarse si se comprometen a servir tres años más.
Aunque su uniforme ceremonial suele atribuirse a Miguel Ángel, en realidad fue diseñado por el comandante Jules Repond entre 1910 y 1921. El diseño se inspira en los frescos del Vaticano y en los colores de la familia Médici (rojo, azul y amarillo).
En ceremonias especiales usan gorgueras blancas, cascos con plumas y armamento tradicional como alabardas, aunque también están entrenados en técnicas modernas de seguridad.
Durante el sede vacante, su papel cobra visibilidad. Custodian el cuerpo del papa, mantienen la seguridad en torno a la Ciudad del Vaticano y resguardan el acceso al cónclave. Su función, sin embargo, no debe confundirse con la de la Gendarmería Pontificia, que se encarga de la seguridad general del Estado Vaticano (excepto la Plaza de San Pedro, bajo jurisdicción italiana).
Además de ser símbolo de tradición, la Guardia Suiza ha estado presente en momentos clave de la historia reciente del papado.
En 1981, sus miembros protegieron a Juan Pablo II durante un intento de asesinato, y en 1998 fueron protagonistas de uno de los episodios más trágicos en el Vaticano moderno, cuando un guardia asesinó al entonces recién nombrado comandante y a su esposa antes de quitarse la vida.