León XIV promete esforzarse por la paz en regiones donde se persigue a los cristianos
Los católicos de rito oriental aceptan la autoridad del papa, pero tienen muchos rituales y liturgias propios

El papa León XIV prometió el miércoles hacer "todos los esfuerzos" para trabajar por la paz en Oriente Medio y Ucrania y promover activamente la espiritualidad y las tradiciones de las iglesias de rito oriental, las comunidades católicas con orígenes en Oriente Medio y Europa del Este que se han visto diezmadas por años de conflicto y persecución.
"¡La Iglesia los necesita!", afirmó León ante una audiencia formada por peregrinos de rito oriental, dentro del programa del Año Santo.
Los católicos de rito oriental aceptan la autoridad del papa, pero tienen muchos rituales y liturgias propios. Entre ellos están las iglesias católicas copta, caldea, maronita y eritrea, así como la iglesia siro-malabar en India y las comunidades católicas griegas que están por toda Europa del Este y Américas.
A diferencia de los cristianos ortodoxos, estas iglesias católicas reconocen plenamente la autoridad papal.
En su discurso, León reconoció que muchos católicos de rito oriental se han visto obligados a huir de sus lugares de origen debido a la "guerra y persecución, inestabilidad y pobreza".
Se refería al éxodo de los cristianos en Oriente Medio, especialmente en Irak y Siria, donde comunidades enteras han sido desplazadas por años de violencia extremista islámica. Muchas de ellas, en el norte de Irak, estaban entre las más antiguas de la fe y todavía hablan dialectos del arameo, la lengua de Jesús.
Labor por la paz
El pontífice prometió trabajar por la paz en esas regiones, citando especialmente Oriente Medio y Ucrania, y afirmó que la Santa Sede estaba dispuesta a "ayudar a reunir a los enemigos, cara a cara".
"¿Quién mejor que ustedes puede cantar una canción de esperanza incluso en medio del abismo de la violencia?", manifestó. "Desde Tierra Santa hasta Ucrania, desde Líbano a Siria, desde Oriente Medio hasta Tigray y el Cáucaso, ¡cuánta violencia vemos!".
En una de sus primeras acciones como papa, León habló por teléfono con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien lo invitó al país y le agradeció su apoyo.
El pontífice calificó en el pasado la guerra de Moscú en el país vecino como "una invasión imperialista en la que Rusia quiere conquistar territorio por razones de poder dada la ubicación estratégica de Ucrania".
Con Francisco al frente, el Vaticano quedó en gran medida al margen de cualquier esfuerzo de paz, aunque la Santa Sede sí colaboró en canjes de prisioneros y en la reunificación de niños ucranianos que fueron llevados a territorio ruso con sus familias.
Se espera que Zelenski, que se reunió con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Basílica de San Pedro antes del funeral del papa Francisco, acuda a Roma para la misa de inicio de pontificado de León XIV el domingo.
El papa elogió también a los cristianos que están trabajando en favor de la reconciliación incluso en regiones donde son minorías perseguidas, y los instó a continuar su labor.
"Doy gracias a Dios por esos cristianos —tanto orientales como latinos— que, sobre todo en Oriente Medio, perseveran y se quedan en su tierra natal, resistiendo la tentación de abandonarlas", apuntó.
"A los cristianos se les debe dar la oportunidad, y no solo en palabras, de permanecer en sus tierras con todos los derechos necesarios para una existencia segura", agregó.
La audiencia estaba formada por una mezcla de fieles de todo el mundo, con banderas libanesas y ucranianas y peregrinos ululando.
Iglesias de rito oriental
León recordó que su tocayo, el papa León XIII, prestó particular atención a las iglesias de rito oriental. Ese León, que fue papa entre 1878 y 1903, escribió el primer documento específico sobre la dignidad de las iglesias de rito oriental y la necesidad de preservar y celebrar sus tradiciones en Occidente.
Además, León XIII llegó a amenazar con destituir a cualquier sacerdote de rito latino que intentara llevar a un católico de rito oriental a las tradiciones occidentales.
El excardenal Robert Prevost lamentó que, hoy en día, esos fieles suelan toparse con la indiferencia de los católicos de rito latino cuando se reasientan en comunidades de la diáspora. "Corren el riesgo de perder no solo su tierra natal, sino también, cuando llegan a Occidente, su identidad religiosa", afirmó.
"Como resultado, con el paso de las generaciones, se está perdiendo el patrimonio invaluable de las Iglesias Orientales", agregó.
El pontífice instó a la oficina vaticana que se ocupa de esas iglesias a definir las directrices para que los obispos de rito latino apoyen mejor a las comunidades en la diáspora, apuntando que la contribución que las iglesias orientales pueden aportar a Occidente es "inmensa".
"Tenemos una gran necesidad de recuperar el sentido del misterio que permanece vivo en sus liturgias, liturgias que involucran a la persona humana en su totalidad, que cantan la belleza de la salvación y evocan un sentido de asombro ante cómo la majestad de Dios abraza nuestra fragilidad humana", dijo.