La CPI denuncia a Hungría por “incumplir sus obligaciones” al no detener a Netanyahu
La Sala de Cuestiones Preliminares concluyó que Hungría no actuó de buena fe y no justificó su inacción

La Corte Penal Internacional (CPI) denunció este viernes a Hungría ante su órgano supervisor por considerar que “incumplió sus obligaciones” legales al no arrestar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante su visita al país el pasado abril, pese la existencia de una orden de detención por crímenes de guerra en la Franja de Gaza.
La Sala de Cuestiones Preliminares concluyó que Hungría no actuó de buena fe, ignoró repetidas solicitudes de consulta por parte de la Secretaría de la Corte y no ofreció ningún argumento jurídico válido para justificar su inacción durante la visita del primer ministro israelí, en busca y captura por este tribunal desde noviembre de 2024.
Obligación de cooperar
“La obligación de cooperar era lo suficientemente clara para Hungría; el hecho de no arrestar a los sospechosos socava gravemente la capacidad de la Corte para cumplir su mandato; Hungría no hizo ningún esfuerzo por informar a la Corte de manera oportuna sobre las supuestas dificultades legales u otros obstáculos relacionados con la ejecución de la orden”, enumeró.
En este sentido, la Corte “declara que Hungría incumplió sus obligaciones conforme al Estatuto al no ejecutar la solicitud de arresto provisional de Netanyahu durante su estancia en el país entre el 3 y el 6 de abril” y, además, “no entabló ningún contacto con la Corte antes ni durante la visita de Netanyahu y, en su lugar, optó por retener unilateralmente su cooperación”.
La negativa de Hungría a ejecutar la orden “impidió a la Corte ejercer una función importante y esencial: garantizar la comparecencia del sospechoso ante la Corte”, señala la decisión de la CPI.
Por consiguiente, la Corte ha decidido remitir el caso a la Asamblea de Estados Partes, el órgano legislativo que reúne a los países firmantes del Estatuto de Roma, el tratado fundacional del tribunal, para que evalúe posibles consecuencias que debe afrontar ahora Hungría.
La CPI emitió en noviembre pasado órdenes de detención contra Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y lesa humanidad como usar el hambre como método de guerra, dirigir intencionalmente un ataque contra la población civil; asesinato, persecución y otros actos inhumanos desde octubre de 2023.
Acciones de Orbán
A pesar de que la Corte contactó a Hungría antes de la visita de Netanyahu en abril, el Gobierno ultranacionalista de Viktor Orbán no respondió ni ofreció aclaraciones, y permitió el ingreso y salida del líder israelí sin ninguna acción judicial.
Orbán, cercano aliado de Netanyahu, calificó en su momento la orden de arresto de “descarada y cínica”, y argumentó que el tribunal “no tiene derecho” a procesar a Netanyahu, defendiendo que Israel actúa en legítima defensa frente a los ataques del grupo palestino Hamás.
Además, en sus alegaciones, Hungría sostuvo que su legislación interna no le permitía ejecutar la orden por tratarse de un jefe de Estado extranjero con inmunidad, y que no había incorporado plenamente el Estatuto de Roma a su derecho nacional, pero la Corte consideró que “era responsabilidad de Hungría asegurarse de que dicha legislación estuviera en vigor”.
La CPI rechazó todos estos argumentos, recordando que ningún Estado parte puede usar su legislación interna para eludir sus compromisos internacionales, y alegar la existencia de obstáculos legales tras los hechos no exime de responsabilidad.
Además, subrayó que Budapest sigue siendo miembro del tribunal hasta que su retirada del Estatuto -anunciada por Orbán en abril- se haga efectiva el 2 de junio de 2026, por lo que, hasta entonces, sigue estando obligada a cooperar.
La remisión del caso a la Asamblea busca sentar un precedente y preservar la integridad del sistema de justicia internacional, según el tribunal. El pasado octubre, la CPI también denunció a Mongolia ante su órgano supervisor por incumplir la solicitud de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin cuando viajó a su territorio.
Hungría firmó el Estatuto de Roma en 1999 y lo ratificó en 2001, durante el primer mandato de Orbán, pero no ha reconocido en su código penal las disposiciones de la CPI.
El pasado febrero, anunció que considerará su cooperación con la CPI, después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara sanciones contra el tribunal.
Con su decisión de abandonar el Estatuto, Hungría se convierte en el primer país de la Unión Europea en iniciar un proceso de salida del tribunal internacional, en una señal más del creciente distanciamiento de Budapest respecto a los consensos del bloque comunitario.
Sobre el terreno en Palestina, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este viernes que uno de cada cuatro niños y mujeres embarazadas en Gaza están desnutridos debido a la "política del hambre" impuesta por Israel, y subrayó que está aumentando el número de pacientes con síntomas de malnutrición atendidos en sus instalaciones.