×
Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

Biología y obsesión por el poder

El precio de la obstinación de Joe Biden

Saber retirarse a tiempo es una rara virtud. Especialmente en el servicio público, implica un acto de responsabilidad hacia los demás, más que una simple aceptación de los límites impuestos por la biología. Sin embargo, en ocasiones, el poder nubla el juicio, en desafío de lo inevitable.

El caso de Joe Biden es un ejemplo paradigmático. A pesar de los signos evidentes de desgaste físico y cognitivo, decidió buscar la reelección, incumpliendo con el deber implícito de garantizar la continuidad efectiva del liderazgo de su partido. Su insistencia en la contienda no solo desafió los límites de su propia capacidad, sino que también ignoró una realidad política que exigía una alternativa más competitiva frente a la amenaza que representaba Donald Trump.

Las consecuencias de esta decisión son claras: el retorno hoy de Trump a La Casa Blanca, lo que representa un giro que podría marcar la historia de Estados Unidos y del mundo. Biden, al no reconocer a tiempo la necesidad de ceder el testigo, permitió que su obstinación clausurara las posibilidades del Partido Demócrata.

¿Cuándo el retiro se convierte en una obligación? La respuesta es cuando la permanencia en el poder deja de ser un beneficio para la sociedad y se convierte en un obstáculo. La biología es inexorable, y aunque los avances médicos pueden prolongar la vida y la lucidez, no pueden revertir el desgaste natural del tiempo.

No se trata solo de desafiar la naturaleza, sino de entender que hay momentos en los que dar un paso al costado es el mayor acto de grandeza. Biden no lo hizo, y ahora el precio es la presidencia de Trump. No dejemos pasar por alto la lección.

TEMAS -

Aníbal de Castro carga con décadas de periodismo en la radio, televisión y prensa escrita. Toma una pausa en la diplomacia y vuelve a su profesión original en DL.