Lágrimas en palabras
Jet Set, un luto que atraviesa a familias, amigos y a todo un país
El testimonio del ministro Eduardo Estrella durante las honras fúnebres de su hijo Eduardo Guarionex Estrella es un reflejo del dolor profundo que embarga a cientos de familias tras la tragedia en la Jet Set. Sus palabras, cargadas de amor y desolación, humanizan la figura del funcionario público y condensan el sentimiento colectivo de un país golpeado por una pérdida masiva e inesperada.
"Lo más lejos que yo tenía era que mi hijo estaba ahí", confesó Estrella. Esa frase, breve pero contundente, expresa el desconcierto de cualquier padre que recibe una llamada para la que nadie está preparado. Como su hijo, maduro y un símbolo de esperanza truncada, perecieron otros jóvenes con historias únicas, en una noche que debió ser de celebración, no de luto.
La pérdida no distingue apellidos ni estatus. La familia Grullón perdió a varios de sus miembros, incluyendo a Eduardo, humilde y generoso, presidente de AFP Popular, y su esposa Jhoanna Rodríguez. La herida trasciende lo personal y se inscribe en la memoria colectiva del país. Junto a ellos, Rubby Pérez y Octavio Dotel, decenas de nombres menos conocidos, pero no menos valiosos. Todos eran parte del tejido social dominicano. Eran amigos, colegas, hijos, madres, soñadores. Su partida duele porque nos representan a todos.
Esta tragedia nos sacude y nos obliga a mirar hacia adentro: a cuestionar nuestras normas de seguridad, la supervisión de espacios públicos, y la cultura de prevención que tantas veces se ignora. Pero también nos invita al respeto, a acompañar el dolor sin oportunismo ni espectáculo. Tiempo de unidad, de duelo colectivo y de compromiso firme con la verdad y la justicia.
El país merece llorar a sus muertos con dignidad. Y luego, actuar con responsabilidad.