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Insuficiencia Venosa Crónica en miembros inferiores. Várices

Venas débiles, piernas cansadas: señales de alerta

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Insuficiencia Venosa Crónica en miembros inferiores. Várices
Insuficiencia venosa crónica: una enfermedad silenciosa y progresiva. (FUENTE EXTERNA)

La insuficiencia venosa crónica periférica es la incapacidad de nuestras venas realizar el correcto retorno venoso en los miembros inferiores; o sea nuestras venas no pueden subir correctamente  la sangre desde las piernas hacia el corazón. Producto de un desequilibrio, anatómico o funcional, de nuestro sistema venoso.

Esta enfermedad afecta grandemente la calidad de vida de las personas que la padecen. 

A nivel mundial, se estima que el 20%-25% de las mujeres y un 10%-15% de los hombres sufren de Insuficiencia Venosa Crónica, y aumenta con la edad. 

La prevalencia de las várices en hombres de 30 a 40 años es de aproximadamente 3%, llegando a 40% cuando cumplen 60-70 años. En las mujeres de 20-40 años, La prevalencia es de 20%, y aumenta gradualmente con los años, llegando a 50%-60% cuando tiene 60-70 años. 

Los factores de riesgo que desencadenan esta enfermedad son: Genética, sexo femenino, embarazo, sedentarismo, durar muchas horas parados o sentados, obesidad, tratamientos hormonales, diabetes, lesiones ortopédicas en las piernas, diabetes, etc. 

Los síntomas son edema en las piernas (hinchazón), dolor, parestesia (adormecimiento) calambres y pesadez que aumentan a medida que avanza el día, y cambio de coloración en los pies- tobillos y resequedad en las piernas. 

Está enfermedad requiere de diferentes abordajes simultáneos. El paciente necesita cambiar su estilo de vida, realizar ejercicios como caminar 4 días a la semana, nadar o montar bicicletas; mantener un peso saludable; no durar más de una hora parados o sentados; no usar ropas ceñidas; ingesta de agua satisfactoria dependiendo la necesidad de cada paciente; hidratarse la piel; masajes. 

Existen tratamientos clínicos y quirúrgicos, dependiendo cada paciente. Medicamentos para que las venas puedan realizar mejor su retorno venoso; usar siempre medias de compresión vascular; y; en algunos casos, cirugías como Safenectomia con láser o convencional, y para las várices

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