La Marcha Verde: como la hoja de un árbol, cayó
La movilización social fue la piedra en el zapato para sacar al PLD del poder

La Marcha Verde fue un movimiento ciudadano creado para luchar contra la corrupción y la impunidad. Tuvo su primera reunión el 13 de enero del 2017 y su primera marcha el día 20 de ese mismo mes.
Surgió tras el escándalo de la empresa brasileña Odebrecht, que tuvo un impacto en toda Latinoamérica, tras sus ejecutivos reconocer que habían incurrido en acciones de sobornos o pagos de coimas para ser beneficiarios de obras públicas en varias naciones del hemisferio.
La marea verde, que comenzó con el respaldo de ciudadanos de diversos sectores sociales, creció como la espuma. De inmediato, fue aprovechada por dirigentes políticos de la entonces oposición para, desde ahí, aprovechar el descontento y atacar al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La marcha recorrió parte del país, con movilizaciones en el Distrito Nacional, Santiago, San Pedro de Macorís, Azua, Bonao, Puerto Plata, entre otros puntos.
Era común el reclamo con frases como "cárcel para los ladrones", "cero impunidad" y otros que inundaron las redes sociales y los medios de comunicación. En cada localidad visitada se leía un manifiesto donde siempre se dejaba claro el desencanto de muchos ciudadanos con la corrupción y la impunidad que alegaban existía en el país.
Si el caso Odebrecht fue el detonante, otros llamaron la atención de la población, como el suicidio de un ingeniero en la Oficina Supervisora de Obras del Estado y el asesinato de varios locutores en medio de un programa radial en San Pedro de Macorís, por un hecho de supuesta corrupción en el Consejo Estatal del Azúcar (CEA).
A decir de la politóloga Rosario Espinal, los movimientos sociales son efímeros y tienden a desaparecer con el tiempo. Pero, la Marcha Verde desapareció con la sola llegada del Partido Revolucionario Moderno (PRM) al poder y la salida del gobierno del PLD, como si hubiese sido un movimiento para enfrentar al gobierno de turno solamente.
Si bien es cierto que muchas de las cabezas visibles del movimiento ciudadano fueron seducidas por "las mieles del poder" y convencidas por el gobierno del presidente Luis Abinader, dejando a la sociedad indefensa y sin quien vigilara desde la ciudadanía las acciones de la actual gestión, otros miembros apoyaron las acciones del Ministerio Público independiente, con los sometimientos a las pasadas autoridades, entendiendo que eso seguiría en la actual Administración. Además, como logro, tuvieron a Miriam Germán frente a la Procuraduría General de la República.
Es de reconocer que figuras como Altagracia Salazar, Ricardo Nieves, Huchi Lora, Edith Febles y la dirigente magisterial María Teresa Cabrera fueron parte fundamental del movimiento y aún conservan su postura de cuestionamiento y denuncia de mal uso de los recursos públicos.
¿Es necesaria la Marcha Verde? Es una pregunta que se hacen algunos sectores que entienden que el movimiento fue viciado por aquellos que, teniendo un interés político, infiltraron el grupo que luchaba contra la corrupción y la impunidad.
Es evidente la necesidad de que este tipo de movimientos, más que efímero, sea permanente, porque, aunque se puede lograr mejorar en el Índice de Percepción de la Corrupción, esta sigue siendo un cáncer que carcome las finanzas públicas.
A los de la Marcha Verde hay que recordarles que, aunque el árbol se llevó sus hojas, la lucha contra la corrupción es contra el pasado, el presente y el futuro.