Punta Bergantín: el laboratorio del turismo sostenible dominicano
Puerto Plata vuelve a colocarse en el centro del mapa turístico dominicano

Puerto Plata vuelve a colocarse en el centro del mapa turístico dominicano. Esta vez, no por sus playas históricas o su teleférico emblemático, sino por un proyecto que promete transformar el modelo turístico nacional: Punta Bergantín, una apuesta que combina turismo, innovación, cine, tecnología y desarrollo inmobiliario bajo el principio de sostenibilidad.
Ubicado a solo 10 minutos del Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón, el proyecto se desarrolla sobre más de 10 millones de metros cuadrados, en un esquema de fideicomiso público-privado impulsado por el Banco de Reservas. Su objetivo: crear un destino integral capaz de atraer turismo de alto nivel, inversiones internacionales y talento creativo.
Un nuevo paradigma de desarrollo
A diferencia de los modelos de sol y playa que marcaron las últimas décadas, Punta Bergantín busca diversificar la economía dominicana a través de cuatro ejes principales: turismo, innovación tecnológica, industria cinematográfica y desarrollo inmobiliario sostenible.
En su primera fase se proyecta la construcción de 6,760 habitaciones hoteleras y 13,705 unidades residenciales, además de un campo de golf de 18 hoyos, un centro de innovación tecnológica y los estudios de cine de One Race Films, la productora de Vin Diesel, que marcarán la llegada de Hollywood al norte del país.
De acuerdo con las estimaciones oficiales, la inversión inicial supera los US$600 millones, pero podría alcanzar más de US$1,500 millones en sus distintas fases, según lo anunciado en FITUR 2025.
Impacto económico y generación de empleo
El Gobierno dominicano estima que Punta Bergantín generará más de 20,000 empleos directos e indirectos, desde la fase de construcción hasta su operación completa. Además, se calcula que los visitantes y residentes generarán un gasto local estimado en US$70 millones anuales, dinamizando sectores como el comercio, la gastronomía, los servicios y los productos locales —entre ellos café, ron y tabaco.
La Asociación de Hoteles y Turismo del Norte (ASHONORTE) proyecta que, con la entrada en operación de los primeros hoteles y residencias, el flujo turístico en Puerto Plata podría duplicarse en menos de una década.
El impacto regional será significativo. Solo en los primeros nueve meses de 2025, Puerto Plata recibió 1.6 millones de cruceristas, consolidándose como el principal destino de cruceros del país. Con Punta Bergantín en marcha, el norte podría pasar de ser una zona tradicionalmente turística a un centro de innovación y residencia de inversión.
Las marcas detrás del proyecto
La confianza del sector privado se refleja en las firmas internacionales que ya han confirmado su participación.
Hyatt Hotels construirá un complejo con una inversión superior a los US$200 millones.
Meliá Hotels International y Grupo Puntacana desarrollarán un hotel de 300 habitaciones y un condohotel de 100 apartamentos, con una inversión inicial de US$70 millones.
Además, el Banco de Reservas respalda el proyecto mediante un fideicomiso estructurado para garantizar transparencia y atracción de capital.
Puerto Plata: el renacer del norte
Durante años, Puerto Plata fue el epicentro del turismo dominicano, hasta que Punta Cana desplazó su protagonismo. Sin embargo, los datos de 2025 muestran un renacer constante.
El Banco Central reporta que la ocupación hotelera promedio en la provincia fue de 68.2 % durante el primer semestre del año, y el número de visitantes se incrementó un 12 % interanual. Las mejoras en infraestructura —como la carretera del Ámbar, que reducirá el tiempo de viaje hacia Santiago— y la expansión portuaria consolidan el atractivo de la región.
Según el World Travel & Tourism Council (WTTC), el turismo aportará RD$1.7 billones al PIB dominicano para 2035, representando alrededor del 14 % del PIB nacional. En ese contexto, Punta Bergantín es visto como una de las principales apuestas de futuro para sostener ese crecimiento.
Sostenibilidad y urbanismo responsable
Uno de los pilares del proyecto es su compromiso ambiental.
El diseño maestro prioriza la baja densidad constructiva, el uso de energías renovables, el manejo responsable del agua y residuos, y la integración de espacios naturales protegidos.
La idea es crear una comunidad donde convivan hoteles, residencias, centros educativos y tecnológicos, sin repetir los errores de otros desarrollos turísticos masivos. Este enfoque lo posiciona como un "laboratorio de sostenibilidad" para el Caribe, donde la rentabilidad y el medio ambiente pueden coexistir.
Un imán para la inversión inmobiliaria
Más allá del turismo, Punta Bergantín se perfila como un destino clave para el turismo residencial.
Las unidades inmobiliarias estarán enfocadas en tres públicos:
1. Dominicanos en el exterior que buscan invertir en su país.
2. Extranjeros que desean una segunda residencia en el Caribe.
3. Inversionistas interesados en proyectos con rentabilidad a través del alquiler vacacional.
El componente inmobiliario tiene el potencial de generar una alta plusvalía. Las proyecciones del mercado indican que el valor del metro cuadrado en Puerto Plata podría aumentar entre 25 % y 40 % durante los próximos cinco años, impulsado por la mejora de la conectividad aérea, la demanda extranjera y la revalorización de la zona norte.
Desafíos por delante
El reto más grande de Punta Bergantín será mantener la coherencia entre su discurso sostenible y la ejecución práctica. La gestión del impacto ambiental, el cumplimiento de los plazos de construcción y la integración con las comunidades locales determinarán el éxito real del proyecto.
Asimismo, la región necesitará reforzar su infraestructura eléctrica, vial y sanitaria, así como garantizar vivienda accesible para los trabajadores que llegarán con la expansión del sector.
Conclusión
Punta Bergantín no es solo un nuevo polo turístico: es un símbolo de cómo la República Dominicana puede reinventar su modelo de desarrollo.
Su fórmula —turismo, innovación, sostenibilidad e inversión inmobiliaria— plantea una visión más moderna y diversa del Caribe, donde el lujo convive con la conciencia ambiental y el progreso local.
Si logra materializar su plan maestro, Puerto Plata podría recuperar el liderazgo perdido, no solo como destino turístico, sino como modelo de desarrollo integral y sostenible para toda la región.

Joan Feliz