Evaluación del desempeño docente
Retos y oportunidades del sistema educativo

La evaluación del desempeño docente es una de las actividades más importantes de una política educativa orientada a mejorar la calidad de los resultados de aprendizaje de los alumnos. La razón es simple: los docentes son el capital de trabajo más importante del sistema educativo. Ellos conducen el proceso de aprendizaje a nivel de cada aula y los resultados que alcancen los niños están mediados por la labor del docente.
El currículo, lo que aspira la sociedad para los futuros ciudadanos, pasa necesariamente, por el tamiz del docente. Si este hace bien su trabajo el resultado será el deseado. Por eso la importancia de evaluar las diferentes actividades que realiza el docente para que el proceso educativo sea de calidad, de excelencia.
En la legislación nuestra esta evaluación debe realizarse cada tres años, pero la última se efectuó en el año 2017, es decir, hace unos 8 años. Actualmente, se está en proceso de administrar otra evaluación, pero el proceso previo fue un poco traumático por la escala de incentivos a ser aplicada. Ya, al parecer, los obstáculos técnicos como administrativos, fueron superados y se anuncian avances importantes. Todos debemos felicitarnos por ello, ya que en última instancia los más beneficiados serán los alumnos, la sociedad dominicana.
Los resultados de la evaluación del desempeño tienen efectos inmediatos: Los docentes que la superen recibirán incentivos monetarios. Aquellos que no entrarán a un proceso de capacitación al término del cual volverán a ser avaluados. De no superarla en esta segunda oportunidad deben ser separados del cargo docente que ocupen.
¿Por qué es importante evaluar a los docentes?
Muchas son las razones. Lo primero es que la evaluación del desempeño docente incide en mejores resultados de aprendizaje, los docentes tienen mayor preocupación por lograr buenos resultados en su clase. Dedican más esfuerzo y tiempo de calidad a las actividades de aprendizaje.
Además, los buenos docentes inciden en los indicadores de calidad del sistema educativo, mejoran los estándares en base a los cuales se evalúa el sistema educativo como un todo, tales como repitencia, deserción, ausentismo, alfabetización oportuna, años de escolaridad efectivos, etc.
Ayuda también en el desarrollo de la profesionalización del cuerpo docente. Muchos se mantienen actualizados, haciendo cursos cortos o de postgrado pensando en el impacto que eso tiene en la evaluación de su desempeño. Cada día se hacen mejores docentes, responden con mayor facilidad a los cambios de su entorno profesional y científico, son más propensos al cambio y a asumir nuevos retos.
Es de perogrullo decir que la evaluación del desempeño docente contribuye también a un mejor desempeño de los docentes, a una mayor preocupación por lograr mejores resultados de aprendizaje en sus alumnos y, además, a rendir cuentas a la sociedad que es uno de los temas más álgidos al discutir el financiamiento de la educación pública. Para muchos los resultados de la escuela dominicana no justifican la inversión que se hace y achacan ese déficit de aprendizaje a la labor del docente cuyos salarios son en verdad competitivos con los demás del sector público.
Es también importante señalar que la evaluación del desempeño ayuda a una mejor gestión educativa. Una cultura de evaluación ayuda a que el clima laboral sean más colaborativo, más eficiente, más orientado al éxito del centro educativo. Todos, desde el director al conserje, hacen lo necesario para crear un clima de trabajo donde lo más relevante es que el niño aprenda y que sus padres estén satisfechos de la labor que realiza la escuela. Es por lo cual la frecuencia con que se realiza este proceso debe ser respetado conforme a lo que establece la Ley de Educación y el Estatuto de la Carrera Docente. Hacerla no debe ser un atributo del ministro de turno o de la buena voluntad de los docentes. Debe ser una política respetada por todos, al margen de la política partidaria.

Ángel Hernández
Ángel Hernández