Los niños de Harvard
La infantilización en la educación superior
The Harvard Crimson es el periódico estudiantil de la Universidad de Harvard. El 7 de noviembre incluía una nota titulada ´Profesores de Harvard cancelan clases porque los estudiantes se sienten tristes tras la victoria de Trump´. En versión original: ´Harvard Professors Cancel Classes as Students Feel Blue After Trump Win´. Tal cual.
Y la pregunta no es cuándo los estudiantes de una de las universidades de élite, de las más caras y prestigiosas de Estados Unidos, se volvieron incapaces de manejar la frustración. La pregunta es ¿cuándo los profesores de Harvard se volvieron tan pusilánimes? ¿Cuándo la estupidez se hizo costumbre entre la élite educadora?
Porque vamos a estar claros. Cualquier alumno de Harvard está en su derecho a sentirse mal por "perder" las elecciones y quedarse rumiando en la cama o bebiendo en el bar de la facultad. Como siempre ha sido y será.
Lo inexplicable es que los profesores traten a los jóvenes universitarios como niños pequeños. La infantilización de la sociedad la promueven adultos que no han terminado ellos mismos de madurar. Que tratan a los estudiantes como inválidos mentales y que confunden los tropiezos de la vida con percances de salud mental.
Usted perdió o usted ganó. Y mañana tiene clase de física o examen de matemáticas. Y asume la victoria con elegancia y la derrota con deportividad. Y si se tercia, exige al profesor que también está blue por la derrota o al que tiene resaca por la celebración de la victoria, que vaya a dar su clase, que para eso le pagan. Que para eso usted o sus padres pagan.
Hablamos de la generación de cristal, de jóvenes que no valoran el esfuerzo o el compromiso. Pero deberíamos empezar a pedir responsabilidades a la generación que les educa con tanta tontería.