La gran estafa
El preocupante desinterés por la educación en República Dominicana
¿A quién le importa realmente la educación dominicana? De acuerdo a una de las últimas encuestas que se ocupó del tema... solo al 29 %. En octubre de 2024 todavía era el 39 %, pero seis meses después ya ha bajado. Peor aún, el 38 % de los encuestados cree que la educación pública ha empeorado.
Buen momento, pues, para entender que está pasando. Esta semana presenta su informe anual IDEC (Iniciativa Dominicana para una Educación de Calidad). Es un documento indispensable para entender cada año -desde la imparcialidad pero el involucramiento- cómo anda la educación dominicana. Este año, además, presentará el Informe IDEC 2012–2023, un repaso al seguimiento del sector en una década. Diez años con el 4 % del PIB invertido en educación, como manda la ley.
Los especialistas en educación no se rinden, insisten con vocación y pasión en mejorar desde su esquina la enseñanza. La mala noticia es que la sociedad parece haber tirado la toalla.
La realidad es que nadie va a salir a gritar a la calle. Total... se inflan las califcaciones si hace falta y así se maquilla la realidad. O se cambia el sistema de evaluación para que los resultados sean más potables. Las generaciones de dominicanos mal formados deberán algún día exigirnos responsabilidades. La educación que reciben es una gran estafa; hace unos años preocupaba y se salía a la calle. Ya no.
Cerrar la brecha de la desigualdad se hace más difícil si la escuela pública no da la talla. Eso no es una opinión... está demostrado. Así, mientras canalizamos miles de millones de pesos en bonos y programas para acabar con la pobreza, nos resignamos a una educación con evidencias indiscutibles de que no mejora. Y la formación –académica y personal- es la vía más segura para acortar diferencias.