Las cosas de El País
Medias verdades y agendas ocultas, el periodismo dudoso de El País
El periódico El País, considerado una vez la biblia del periodismo en español, desinforma sobre República Dominicana con fingida preocupación y buena sintaxis. Como todo periodista sabe, mezclar medias verdades con verdades es la mejor vía para desinformar.
En los últimos meses reportajes sobre la frontera con Haití, las energías renovables en el país y la extracción de arena de los ríos contienen realidades con párrafos que no resisten una lectura si se vive aquí. Había una vez una regla que un periodista no osaba saltarse: las informaciones se contrastan con más de una fuente. (Cuando se consultan dos fuentes del mismo equipo solo se consigue media verdad.)
Regla número 2: la Información y la Opinión no se mezclan. Para eso existen géneros periodísticos diferenciados. En El País cualquier información incluye opinión de un tiempo a esta parte. No hay sección que se salve de la homilía correspondiente.
Una lástima. E innecesario, porque el medio tiene fantásticos columnistas con la ideología de su empresa -lo cual es legítimo y oportuno- y no necesitaría contaminar la sección de Noticias o Reportajes. La elección del tema ya marca una línea ideológica por lo que el texto debe asegurar la máxima objetividad. Es difícil ser imparcial pero es obligatorio ser objetivo. Eso se llama respeto al lector.
(Volviendo a los ríos, la extracción de arena es un crimen ambiental que mueve a mafias de delincuentes comunes, transportistas, funcionarios y militares que no ven, constructores inescrupulosos... Lo sabemos y la prensa dominicana ha tratado el tema con seriedad aunque quizá le ha faltado seguimiento.
La ambivalencia del Estado con la minería promueve situaciones conflictivas. Querer sus impuestos pero obstaculizar la operación responsable y regulada deja vía libre –por acción o por omisión- a los piratas que practican la minería ilegal.)