Médicos y enfermeras
Estafar en Salud y Educación es la peor de las estafas
Muchas cosas pasando a la vez en Salud. Primero y más trascendental, los problemas de Senasa. Que sea el presidente en persona el que lo mande a la Justicia con Ceara Hatton dando el frente da buenas sensaciones. Ahora esperemos que el asunto no se duerma en la Procuraduría. (Cuando la Cámara de Cuentas, por ejemplo, anuncia irregularidades ¡de 2015! dan ganas de echarse a llorar... o a bostezar).
Estafar en Salud y Educación a la población que más necesita el sistema público es de una vileza difícil de calificar.
Segundo, Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la comunidad de Madrid, ha anunciado un plan para formar personal médico sanitario en Colombia, Perú, República Dominicana y Ecuador para después trabajar en España. Su intención, cubrir necesidades del sistema sanitario español que atraviesa su propia crisis de personal y fomentar la emigración regularizada y ordenada. De paso, echa su pelea política con Pedro Sánchez al que la inmigración subsahariana ilegal pero consentida le está costando un precio importante en votos. Esta nueva migración sería una ganancia para España pero es un peligro para la sostenibilidad del sistema de salud dominicano por la fuga de personal especializado.
Y tercero, la promoción del turismo de Salud, que tiene obviamente mucho futuro. En República Dominicana hay médicos, enfermeras, centros y tecnología avanzada. También sufriría si esa migración especializada se concreta.
Senasa se repondrá y seguirá siendo el actor imprescindible del sistema porque es un derecho ya interiorizado. Da satisfacción ver cómo la gran parte de la población puede acceder a servicios médicos que antes no estaban a su alcance, desde laboratorios a medicina nuclear o trasplantes. El sistema tiene estructura, personal y fondos y se trabaja en una reforma a la ley para seguir mejorándola. Una mafia no va a tumbar Senasa, se ha actuado a tiempo.