Tener un trastorno mental: objeto de burla y discriminación
Los trastornos mentales no siempre son comprendidos por la población general, que puede recurrir a la burla o a la discriminación de las personas.
Según las estadísticas, 1 de cada 4 personas sufre algún trastorno mental a lo largo de su vida. En la mayoría de los países, las investigaciones realizadas, evidencian que las personas con enfermedad mental, a raíz de la estigmatización existente en este tema, son objeto de burla y víctimas de discriminación social.
Además de tener que hacer frente al trastorno que padecen, las personas con trastornos mentales se ven obligadas a sufrir las consecuencias del desconocimiento social sobre la salud mental, lo que genera dificultades en su integración social y laboral. No es infrecuente, escuchar a la gente expresar sus creencias de que las personas con trastornos mentales son violentas y peligrosas, cuando la realidad es que la mayoría, tienen un riesgo mayor de hacerse daño a sí misma o ser atacadas por otras personas, como hemos visto casos en las últimas semanas, donde personas en crisis de salud mental fueron apresadas, en vez de ser llevadas a un centro de salud, trayendo consigo consecuencias mortales.
Las actitudes de rechazo y discriminación hacia las personas con algún trastorno mental llevan a quienes lo padecen a aislarse, a no expresar lo que sienten ni hablar abiertamente sobre su condición, por miedo a ser etiquetado. En muchos casos, las personas del entorno que conocen sobre el trastorno mental pueden vincularlo a la identidad de esa persona, a tal punto de que reacciones que se considerarían normal para cualquier otra persona, a quien padece un trastorno mental se le reclama o se le atribuye dicho comportamiento a su condición. Aunado a esto, en las redes cada día vemos videos de personas con algún trastorno mental o discapacidad intelectual, a las cuales se prefiere grabar para subir un video “gracioso” que obtenga muchas visualizaciones y likes, en lugar de buscar empatizar con esa persona y ver de qué manera se podría contribuir a mejorar su calidad de vida.
La discriminación a las personas con trastornos mentales se ve incluso por parte del personal de salud, quienes a menudo, al tener conocimiento de que una persona tiene un trastorno mental, pueden atribuir de manera errónea signos y síntomas de problemas físicos a su condición mental, lo que lleva a que no se diagnostiquen enfermedades físicas y consecuentemente a un mal tratamiento de estas.
Disminuir el estigma en cuanto a la Salud mental sigue siendo un reto, informar y educar más a la población en este tema es una forma de hacerle frente. Hablar de manera más abierta en los medios de comunicación, centros educativos y otras instituciones sociales es primordial para mejorar esta problemática que nos afecta a todos como sociedad.