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Lectura en la Semana Mayor

Semana Santa entre libros, películas y piñas coladas

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Lectura en la Semana Mayor
Durante la Semana Santa, mientras muchos dominicanos viajan en busca de descanso, otros se quedan en la ciudad y aprovechan para ver clásicos del cine, leer libros pendientes y reflexionar. (SHUTTERSTOCK)

Todos los años el país se moviliza en tiempo de Semana Santa. La gente sale hacia los enclaves playeros, se dirige a la montaña y a la playa. Los balnearios de ciertos puntos importantes reciben la visita de muchos criollos en busca de descanso y esparcimiento.

Otros optan por una vida más apacible en una ciudad de Santo Domingo con calles sosegadas. Ir a la iglesia es un mecanismo efectivo para pasarla bien. A sabiendas de que no están en Netflix (aunque hay material todavía mejor, aunque no más clásico), otros nos dedicamos a ver películas antiguas de las que colocan en la televisión. Sí: Ben-Hur, película lanzada en 1959 que retrata la provincia romana de Judea en el reinado de Tiberio. Este filme está basado en la novela de Lewis Wallace de 1880.

Protagonizada por Charlton Heston, esta clásica película recibió una enorme cantidad de premios Óscar (11), entre ellos el de mejor actor. La vemos como quien asiste a un viejo museo, pero cada año parece que el tiempo se suspende y los protagonistas nos resultan adecuados a una crónica que debe ser recordada. También podemos ver a Moisés en Los diez mandamientos, la película que narra la división de las aguas del Mar Rojo y el momento en que este profeta recibe las tablas de la ley. Esta película fue protagonizada también por Heston en 1956, con la participación de Yul Brynner como Ramsés II y la bella Anne Baxter en el papel de Nefertari.

Otros esperan que se transmita la serie Cosmos, escrita por Ann Druyan, Steven Soter y Carl Sagan. En esta serie se abordan una gran cantidad de temas que tienen que ver con el universo como lo conocemos, lo que nos conduce a la obra El universo de Isaac Asimov, libro que fue publicado en el proyecto editorial Biblioteca Fundamental de Nuestro Tiempo hace ya muchos años.

El universo de Asimov es harto interesante: allí se narra todo el tema de la astronomía para un lector no iniciado. Se debaten temas como las enanas blancas y el Big Bang, un asunto que no me resulta tan conocido por todos. Uno se pregunta si la mayoría de los estudiantes conoce el tema del Big Bang, y es de entender que en algunos libros modernos la terminología científica sea mostrada con ejemplos realistas.

Con la claridad de su enfoque, Asimov tiene un libro que leí hace mucho, que se refiere al origen de las palabras, otro clásico imperdible. Los bestsellers sobre ciencia no son del todo amigables por aquello de no aceptar lo que te dicen algunos con un ánimo de crear secta o hacer religión. Entre estos podemos decir que hay una gran cantidad de autores que han acaparado la atención del mundo y que son considerados los nuevos gurús de la ciencia. Por eso recomendamos tener en las manos una especie de pinza para depurar autores. No todo lo que nos venden como verdades irrefutables lo es. Hay que tener cuidado con lo que uno marcha y en lo que uno cree, porque está en juego el alma misma del hombre.

En el portal Revista de Planeta de Libros se nos dice cuáles son las lecturas para este año. Elegidos al azar, tenemos: Victoria de Pamela Sánchez-Garnica, Fuego en la garganta de Beatriz Serrano, Rey de la codicia de Ana Huang, El esplendor de Agustín Martínez, Las fuerzas contrarias de Lorenzo Silva, Animales difíciles de Rosa Montero, La supraconciencia existe de Manuel Sanz Segarra, entre muchos otros. No sabemos cuáles de estas obras se encuentran en las librerías locales. Recomiendo lecturas de autores antiguos o clásicos que pueden encontrarse en versión digital en Internet. Una amiga me saludaba con uno de sus primeros libros por leer en esta nueva etapa de su vida: Comprometida, de la querida Elizabeth Gilbert. Tengo otro libro de un amigo norteamericano, Jason Heaton, titulado Sweetwater, autografiado por el autor. Una persona conocida fue a la puesta en circulación en la ciudad de Saint Paul hace algunos meses y separó uno para mí.

Entre otros textos, recomiendo evitar el adoctrinamiento político o literario, para no hablar del científico. Me refiero a esos autores que escriben con una alta carga política dentro de historias que se acompañan con ensayos sobre la realidad científica. Y durante meses y años hemos tenido que ver cómo estos autores se convierten en nuevos voceros de teorías que ya existían hace tiempo. Ese libro que tenías puedes retomarlo ahora, como hacen algunos turistas alrededor de la piscina en un hotel distrital o bien en los enclaves turísticos. Los libros que leen las personas en los resorts vienen de pequeñas bibliotecas que tiene el hotel para que sus invitados pasen un momento agradable. Para quienes me dicen que ya la gente no lee: los invito a ir al área de piscina de algunos hoteles, donde algunas norteamericanas parecidas a Sharon Stone se tienden con libros en las manos, y claro, una piña colada u otra bebida.

Debo indicar que en un resort playero de Puerto Plata, hace ya muchos años, me la pasé —entre visitas al night club— leyendo la historia de la pequeña isla de La Tortuga, escrita con profundidad por Manuel Arturo Peña Batlle. No descarto para los lectores que se refugien en libros históricos o en novelas que tratan temas históricos, como es el caso de Quo Vadis de Henryk Sienkiewicz o La fiesta del Chivo de Vargas Llosa, que aguanta muchas lecturas. Si eres aficionado, recomiendo también algún libro de James Patterson —puede ser el que escribió con Bill Clinton hace algunos años—, o quizá algo de Dominique Lapierre (La ciudad de la alegría, Era medianoche en Bhopal, O llevarás luto por mí con Larry Collins, Un arcoíris en la noche), para no hablar de Harlan Ellison y sus lecturas complementarias.

Es mucho lo que hay que leer en esta Semana Santa. La gente se acerca a nuevos títulos, se embarca en otras lecturas y emprende el recorrido de ser nuevos lectores. Se acumulan los textos que no son leídos en otra parte del año.

Añadamos a esto todo el material de Netflix, Max y las demás plataformas, y también los videos de YouTube que no hemos podido ver en el transcurso del año, y tendremos más material. Uno acumula textos que no ha podido leer y se embarca en consideraciones sobre libros que ha comprado o que ha conseguido durante un largo tiempo.

¡Felices lecturas!

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El autor es mercadólogo, escritor y melómano nacido en 1974.