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Francia y la deuda de Haití por su independencia

Haití fue forzado a pagar por su independencia con una deuda impagable

Recientemente, el presidente francés solicitó la creación de una comisión conjunta de historiadores franceses y haitianos a fin de estudiar la cuestión de la deuda que hace 200 años Haití contrajo con Francia, a cambio del reconocimiento de la independencia. Un reportaje del New York Times atribuye a Emmanuel Macron haber declarado que ha llegado el momento de "reconocer la verdad de la historia" y que, una vez concluidos los trabajos de la aludida comisión, se formulen recomendaciones para que tanto Francia como Haití puedan extraer "lecciones y construir un futuro más pacífico".

En abril de 1825 el presidente haitiano, Jean Pierre Boyer, tuvo que aceptar manu militari una onerosa deuda, ascendente a 150 millones de francos, para que el rey Carlos X reconociera la independencia de Haití. De acuerdo con los términos del tratado suscrito, el total de la deuda sería destinado a compensar las pérdidas que la revolución de Saint Domingue (1791-1804) ocasionó a la burguesía francesa. 

El exorbitante monto convenido debía pagarse en partes alícuotas durante un período de cinco años. Naturalmente, para nadie era secreto que Haití no tenía cómo honrar ese compromiso financiero, toda vez que las arcas nacionales se hallaban prácticamente en ruinas a causa de la crisis económica en que la sublevación antiesclavista redujo al naciente Estado. Cierto es que la revolución haitiana destruyó el antiguo régimen esclavista, pero no lo es menos el hecho de que también sepultó sobre escombros la opulenta bonanza económica que a lo largo del siglo XVIII el sistema de las plantaciones dio a la colonia de Saint Domingue.

Por ejemplo, para reunir la primera cuota de la deuda, Boyer recurrió a un préstamo con un banco francés, agravando así la precaria situación económica que el país exhibía desde su independencia. Boyer, incluso, promulgó una ley obligando a la población tanto haitiana como dominicana a asumir parte de la deuda, disposición que resultó impopular e infructuosa. 

En 1838 la deuda fue reducida a 90 millones de francos y Haití terminó de pagarla en 1888, aunque no en su totalidad. Sin embargo, ya en los albores del siglo XX, el monto restante -que todavía era considerable- pasó a ser controlado por un banco norteamericano hasta que, en 1947, Haití finalmente saldó su deuda externa. 

Andando el tiempo, bajo la primera administración de Jean Bertrand Aristide, se inició una campaña internacional abogando por una suerte de justicia restaurativa para que Francia devolviera a Haití el dinero que este país le había pagado dos siglos atrás a cambio del reconocimiento de su independencia. Cálculos recientes dan cuenta de que los 150 millones de francos equivalen a unos 560 millones de dólares, al tiempo que otros analistas consideran que la cifra original supera los 100 mil millones de dólares.

La deuda que Haití contrajo en 1825 es un episodio histórico tan remoto que resultará poco menos que imposible que Francia pueda acceder a algún tipo de reparación económica porque, de hacerlo, tendría que corresponder con similares demandas de otros países que antaño fueron importantes enclaves coloniales franceses. 

No obstante, hay quienes albergan la esperanza de que, en la coyuntura actual, Francia, junto con otros países de la comunidad internacional, podría brindar una inestimable asistencia para que Haití pueda superar la profunda crisis política, social y económica que amenaza la existencia misma de la nación haitiana.

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Historiador y ensayista. Especialista en historia dominicana.