×
Compartir
Versión Impresa
versión impresa
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Redes Sociales

Jengibre y madera

De la caña al turismo, retrato de una economía cambiante

Expandir imagen
Jengibre y madera
Desde cultivos históricos como el azúcar, el tabaco y el cacao, hasta el auge contemporáneo del turismo, las zonas francas y las remesas, estos son algunos de los principales sectores que han sostenido la economía dominicana a lo largo del tiempo. (FUENTE EXTERNA)

Habitamos una economía que puede considerarse diversificada. Alguno dirá que no tanto, al tiempo que pasará a decirnos que lo esencial en nuestro mundo son las remesas, las zonas francas y el turismo. Otros dicen que ciertamente las remesas son fundamentales y pueden hallarle un tiempo en que estas comenzaron a ser cruciales para la economía dominicana. Debe hacerse hincapié que las zonas francas tienen una diversidad notable en los productos que salen de sus fábricas: hay tecnología y ropa, por ejemplo. 

Un cultivo que conocerán los lectores es el cacao. Fuimos a una finca donde éste era cultivado con todo lo necesario. El sembrador se adentra en el Cibao y su predio se cultiva de manera profusa, dándole a la finca una realidad productiva muy aprovechada. El campeche y otras maderas de tintorería y el algodón tuvieron su época en la historia de la isla.

Algunos estudiosos se basan en consideraciones estructurales para contarnos que en el país el ganado vino a representar un importante sector que fue aprovechado por algunos gobernantes como Trujillo que tenía una conocida Hacienda. El ganado fue pues otra realidad histórica que no podemos desdeñar si queremos entender algunos periodos de la historia criolla. Ciertamente que no fue todo lo grande que quisiéramos pero es una realidad que vino representada en la historia como hija de Pedro Santana que tenía hatos en su poder.

Sabemos bien de aquella época reciente en que el azúcar reinaba en la economía dominicana, algo que está muy lejos de ser en estos momentos. El tabaco tuvo su época dorada en la economía dominicana, como también lo tuvo el jengibre y las maderas. Es necesario no olvidar esa economía del postre, la que fue responsable de la formación de muchas empresas que quedaron en la economía dominicana, piénsese en el café, sectores que aún tenemos de manera dinámica y con ojos de ser promocionadas en el exterior como el caso del tabaco. El azúcar ha sido analizada como nodal en el plano histórico de la plantación, en una economía que iba al ritmo de la administración de determinados gobernantes.

Entre otras, se trata de la época de Concho Primo o de La Manigua, dos épocas políticas que estuvieron caracterizadas por las asonadas cuartelarias. La restauración de la República fue una de las hazañas más bellas, para decirlo con un sentimentalismo necesario en estos días de olvido. Esta economía no es la de Troncoso de la Concha, quien descifró en su libro sobre la Convención Dominico Americana de 1924, los entuertos en que los dominicanos nos metimos en la entrada del siglo XX con un Modus Vivendi y con unas aduanas que quedaron en manos americanas. 

Los lectores se preguntan si esto tuvo que ver con Ulises Hereaux y sus famosas papeletas. Como se sabe, el dictador reunió a un grupo grande de economistas y de analistas financieros, y hombres de bien e inteligencia para que dieran una solución al desbarajuste financiero. Al salir de ese edificio, Lilís tuvo la ocurrencia de pronunciar la histórica frase: saben mucho pero no entienden nada. ¿Qué era lo que no entendían los dominicanos reunidos en ese cónclave? Estamos ante la presencia de un nuevo papa, y sabemos ahora que al catolicismo le esperan nuevos cambios.

Un tema que no siempre se toma en cuenta es el tiempo que tenemos con el turismo como una realidad económica que nos encandila a todos. Se trata de una economía que ha decidido decir que lo tenemos todo, como se promociona en las playas extranjeras. Por ejemplo, en el libro titulado Impacto del Sector Privado en la Economía Dominicana, se nos ofrece una serie de datos que nos indican cómo se trabajó en la economía dominicana a partir de la década de los setentas, cuando se detecta tan temprano un boom del turismo. Ahí están los datos sobre ese boom y nos hacen pensar que hemos definido al turismo como la espina dorsal de la nación del futuro con más de 4 millones de visitantes anuales. 

Algunos me han dicho que en el futuro tendremos toda la isla en pleno funcionamiento turístico: la parte de Samaná hasta llegar a Nagua y Cabrera, todas esas playas, serán tomadas en cuenta para un desarrollo que mantendrá a la población con el optimismo a flor de piel.

TEMAS -

El autor es mercadólogo, escritor y melómano nacido en 1974.