Palo si boga y palo...
La revaluación del peso refleja tanto factores fundamentales como la política monetaria
La reciente revaluación del peso dominicano ha generado ansiedad. Luego de devaluarse un 7.0 % interanual a marzo de este año, repentinamente se revalorizó en igual medida, retornando en seis semanas al nivel de más de quince meses atrás.
Desde 2006-07 no se había visto una reevaluación tan pronunciada. Luego de devaluarse un 19.9 % durante el segundo semestre de 2005, la moneda se reevaluó un 7.2 % en el primer trimestre de 2006, a partir de entonces ha mantenido un deslizamiento tan mínimo que se requirieron 28 meses para retornar a su nivel de partida.
Hasta 2020 la tasa de devaluación promedio de tres meses promediaba el 1 %. La postpandemia, debido a sus episodios de devaluaciones y revaluaciones volátiles que se cancelaban, promedió apenas un promedio de 0.2 %.
En marzo 2025 vemos un efecto boomerang, recayendo la tasa de cambio de RD/USD 63.4 a RD/USD 59.0. Aunque esto coincide con una devaluación del dólar contra otras grandes monedas, la asociación entre las dos devaluaciones no presenta evidencia histórica, y en esta ocasión, como en las otras, luce que las razones son internas.
¿Cuáles razones podrían ser estas?
Las remesas han crecido 12.4 % en el primer trimestre de 2025. Este es un alto histórico solo visto en 2017 y 2019 que contradice, hasta el momento, la expectativa de que las remesas caerían por las repatriaciones de dominicanos.
El déficit de cuenta corriente cayó de -5.7 % en 2022 a -3.3 % en 2024. Durante el último semestre de 2024 nuestras exportaciones nacionales aumentaron 25 % (unos USD 574.7 millones adicionales). Junto con el aumento de las exportaciones de zonas francas (USD 249.9 millones) superó el crecimiento de las importaciones (USD 755.5 millones).
¿Pudiera inferirse que la devaluación sufrida desde mediados de 2023 impulsó las exportaciones? Esta hipótesis tiene poco aval histórico. Desde mediados de 2021 a principios de 2023 cuando la tasa se revaluaba, las exportaciones se recuperaron a tasas aceleradas para luego decaer hasta principios de 2024 a pesar de que la moneda presentaba una tasa de devaluación superior a la normal. De esta manera, la explicación debe ser distinta a la cambiaria.
Importantemente, las reservas internacionales se han recuperado por un monto de USD 2,400 millones. Este es el mayor aumento histórico para el periodo enero-abril. En términos porcentuales (19.4 %) es el segundo mayor aumento registrado, solo superado en 2013 y 2014.
Las verdaderas razones de la revaluación del peso dominicano aparentan recaer en el manejo monetario. El crecimiento del agregado monetario M2 viene cayendo de una tasa de 18.8 % en octubre 2023 a 8.7 % en abril de este año. Esto limita la liquidez, restándole presiones al mercado cambiario y sirviendo también como control inflacionario.
Por otro lado, se han restringido los préstamos en moneda extranjera a empresas generadoras de divisas que puedan asegurar viablemente su repago, lo que ha debido reducir la demanda de préstamos dolarizados.
Naturalmente, las tasas de interés pasiva y activa, que venían cayendo, revirtieron sus trayectorias e iniciaron una subida concomitante con la menor liquidez y la mayor demanda de préstamos en moneda local.
En resumen, aunque ha sido pronunciada, hay factores fundamentales para sustentar una reevaluación temporal del peso la cual ha provisto un respiro de la tendencia devaluatoria que comenzaba a parecer una corrida de espíritus animales. Palo si boga y palo si no.