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¿Saber escribir para qué?

Cómo la IA está borrando la huella humana en los textos

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¿Saber escribir para qué?
Del copy-paste al ChatGPT, la decadencia de la escritura humana en la educación. (SHUTTERSTOCK)

¿Saben los lectores de la prensa nacional cuáles de los textos que leen o escuchan cada día son escritos por inteligencia artificial y cuáles por personas reales? ¿Pueden acaso determinar si estas mismas líneas no fueron escritas por ChatGPT?

Probablemente no.

La mente común no está entrenada para distinguir la diferencia, porque la inteligencia artificial es incomparablemente buena componiendo textos de todas las clases, desde un artículo científico hasta un poema, y es increíblemente versátil para producir diversidad de versiones ajustadas al estilo y las capacidades de cada quien.

Puede escribir una noticia, un reportaje, una crónica, un artículo de opinión, un libro, una tarea y todo lo que se le requiera con tanta eficacia que su único defecto es la perfección con que logra lo que se le pide a partir de las especificaciones y los recursos que le damos.

Trabaja con lo que le suministramos y también se nutre y contextualiza con los millones de artículos que puede leer en la web en segundos.

Estas herramientas maravillosas ya son usadas por millones de estudiantes, profesores, periodistas y profesionales de todas las áreas.

Su uso es general, pero incipiente. Por eso muchos todavía no advierten el engaño del que son víctimas en los estudios, en el trabajo o en los medios de comunicación.

Debemos abrir los ojos y prepararnos para vivir en un tiempo en el que la propiedad intelectual sea una estafa que, si se practica con la misma frecuencia con que se violan las luces rojas de los semáforos, sería universal.

Deberemos tener sumo cuidado con a quién elogiamos por su escritura para no dejarnos tomar el pelo.

Los maestros en las escuelas ya son víctimas de estos fraudes y conozco personas que confiesan haber usado ChatGPT para redactar una gran parte de lo que fue su tesis de grado.

Quienes ponen a la inteligencia artificial a hacer su tarea tienen una gran ventaja sobre aquellos que, dentro de sus limitaciones, deciden hacerlo por sí mismos, y, si esto se ve reflejado en las calificaciones, las universidades están graduando verdaderos fraudes.

Ya no se debe confiar en la intención expresada en los mensajes que recibimos, ni las novias deben dejarse conquistar por las palabras escritas en una carta de amor, si todavía se usan.

En el futuro, podría ser necesario que cada mensaje recibido venga con una advertencia sobre la cantidad de inteligencia artificial que contiene. Incluso podrían surgir empresas que se dediquen a hacer estas comprobaciones y cobren por otorgar un sello de "humanidad".

Este porvenir producirá situaciones cómicas y otras muy preocupantes para nuestro desarrollo mental.

Escribir no es solo un instrumento de comunicación. Exterioriza lo que hay dentro de quien escribe. Evidencia su formación, la calidad de su pensamiento, sus habilidades lógicas y el contenido de su alma.

También sirve para detectar a quienes tienen algo de formación de aquellos que no son capaces de hilar una oración correctamente.

Imagínese la horripilante situación en que un estudiante apenas alfabetizado entregue como suyo un ensayo para una clase de literatura o un cuento en un concurso literario.

¿Qué sentiríamos si supiéramos que esa canción que nos encanta de un artista fue compuesta por uno de estos softwares?

Así, los textos falsamente atribuidos son como los filtros que se usan para embellecer el rostro real en una foto.

En un mundo en el que no será necesario escribir, probablemente tampoco lo sea pensar.

Temo que con la mecanización de la escritura venga también la mecanización de la lectura, y a los humanos nos quede solo revisar el trabajo de la máquina.

Es más probable que un estudiante universitario cometa una falta ortográfica a que lo haga la inteligencia artificial.

A los consumidores de los medios, cada vez con menos capacidad de atención por el uso frenético de la tecnología, les quedará leer algunos títulos y un primer párrafo, cuando la noticia les interesa.

Creo que llegaremos al punto en que consideremos lectores profundos a las personas que puedan llegar a un tercer párrafo en una publicación en Instagram.

Estoy seguro de que la lectoescritura humana será escasa y especializada, como los productos sin insecticidas que hoy se venden en pocas y pequeñas tiendas orgánicas.

Ya pasó con el copy and paste, gracias al cual mi generación dejó de consultar los libros y pudo presentar trabajos increíblemente bien escritos que no había leído y que tampoco leían los profesores.

Todos nos adaptamos y, tal vez, seguiremos adaptándonos a esta farsa. Los estudiantes haciendo como que escriben, los profesores como que corrigen, las universidades y las escuelas como que enseñan, y los bachilleres como que se convierten en licenciados y doctores.

El resultado final podrían ser profesionales falsos en un mundo en el que, de todos modos, ya no hagan falta.

TEMAS -

Periodista y escritor. Egresado de la UASD, con una trayectoria en prensa televisiva y varios medios impresos.