Día cero: cuando la realidad copia a la ficción
De Niro impresiona en Zero Day, una serie que anticipó el caos de los apagones

Acabo de ver la serie Zero Day en Netflix y he quedado notablemente impresionado. La soberbia actuación de De Niro llega a niveles muy altos. Se las arregló para darle verosimilitud a un personaje que exigió de él una inigualable interpretación de la trama y sus variantes. También nos gustó el papel de Angela Bassett como presidenta de los Estados Unidos. Lizzy Caplan encarna el papel de Alexandra Mullen, la hija de De Niro, mientras que Jesse Plemons interpreta a Roger Carlson, un personaje que termina en una bañera, ahogado por manos tenebrosas. La notable dirección es de Lesli Linka Glatter.
Como muchos habrán visto, la serie trata de un ciberataque que ocurre en Estados Unidos, una especie de caos cibernético que llevó a ese país a un estado de enorme crisis. Me informé luego de que el escritor de la obra ha ganado dos premios Pulitzer y ha sido un periodista notable del New York Times. Son seis horas de mucho entretenimiento, a la par de una producción que nos ha atrapado de manera intensa.
Se me reafirmaron las nociones que teníamos de De Niro, uno de nuestros actores, quien también es productor ejecutivo junto a Newman. Leí los comentarios que se hicieron en Rotten Tomatoes, Hollywood Reporter y la revista GQ. Algunos la alaban con cierto dominio y tienen claro el entretenimiento con una trama que no se detiene. Se hace alguna referencia a Orwell, pero, en sentido esencial, se nos especifica lo que sería una sociedad donde un ciberataque termine con la luz y las comunicaciones, algo parecido —oh, magia— a lo ocurrido en España hace solo unas cuantas semanas. En RD nos parece que tenemos experiencia y que nos hemos acostumbrado. Podemos dar cátedra de apagones cuando en España se alarmaron de manera intensa. Por eso hablamos de "cuando la realidad copia a la ficción". En este caso, la ficción es el thriller político protagonizado por De Niro, y la realidad es la española con su problema de hace semanas, ese que llevó a muchas críticas y a un verdadero enfrentamiento político debido al caos.
Quedó claro en Zero Day que, en muchas ocasiones (aunque no trate de un tema real), se tienen noticias que son magnificadas por algunos políticos. El final de la serie demuestra cómo un hombre es leal a su modo de pensar: denuncia en pleno discurso ante la cámara las decisiones de funcionarios importantes, incluyendo a su hija (el papel de Lizzy Caplan). El reporte que da notoriedad a los implicados, los que son denunciados, constituye algo que nos parece aplicable a algunos casos que hemos visto en la historia republicana de muchos países. El que la hace la paga, dice un refrán, y el personaje de De Niro cumple a cabalidad con el perfil de un tipo leal a viejos principios.
Exhorto a los que no han visto la serie a que la sintonicen. Se trata de un producto que vale la pena, así como también tenemos que sacarle su valor aparte al escritor Schmidt, y a Oppenheim y Newman, por un guión soberbio que nos resulta mejor que el trabajo en otras series que vemos publicadas en las plataformas. El trabajo de De Niro resulta elocuente. Buen fin de semana para todos.