×
Compartir
Versión Impresa
versión impresa
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Redes Sociales

¿Quién eres sin seguidores?

Cuando tu identidad depende de los likes

Expandir imagen
¿Quién eres sin seguidores?
Las personas han sustituido su autenticidad por una versión digital cuantificable (likes, seguidores), generando una dependencia peligrosa a la validación externa. (FUENTE EXTERNA)

La tecnología ha llegado para revolucionarlo todo, pero da la impresión de que los seres humanos aún no estamos del todo preparados para manejarla.

Es inquietante cómo las personas convierten sus redes sociales en una especie de comunidad cerrada, donde construyen una identidad tan frágil como intensa: una versión virtual de sí mismos que, aunque parezca sólida, puede derrumbarse con un solo clic.

Ese "yo" digital termina siendo más importante que el verdadero. Se mide en seguidores, likes y comentarios. Y así, sin darnos cuenta, entramos en una de las crisis más profundas de nuestro tiempo: la carencia de identidad ante una pantalla y sus miles de teclados detrás.

Muchos no conciben su existencia sin redes. Se ven a sí mismos únicamente a través del reflejo que estas les devuelven. Los números dictan su ánimo. Los "me gusta" son sinónimos de su felicidad. Pero es un pozo sin fondo: siempre se necesita más para sentirse valioso.

La adicción a la validación externa nos está dejando vacíos, no por nuestra atención al celular (eso es parte de esta era), sino porque, al apagar la pantalla, ya no sabemos quiénes somos. Nuestro valor se ha vuelto cuantificable, y eso nos deshumaniza.

Hoy, parecer más impactante en una foto editada vale más que ser auténtico. Ser "seguido" es más importante que ser profundo. Y así, poco a poco, nos convertimos en una generación que solo ama el envase y que, aunque diga que no, termina despreciando el contenido.

Y cuando llega el momento de vulnerabilidad, cuando ocurre una caída, un error, una exposición, todo se tambalea. Se desmorona esa imagen perfecta que tanto costó construir y, con ella, la autoestima. Todo por perder una cifra o un aplauso digital.

Por eso, más que nunca, necesitamos mirarnos al espejo. No al filtro. Al espejo. Y preguntarnos con honestidad:

¿Quién soy sin seguidores, sin marcas, sin likes, sin los halagos constantes de otros? ¿Podrías reconocerte sin el disfraz digital? ¿Podrías recordar lo que vales sin necesidad de validación?

En esta era de expansión digital, el gran desafío es no olvidar lo más importante: que somos mucho más que lo que mostramos en línea, y esto, mirado desde una óptica muy profunda, podría alegrarnos o, peor aún, asustarnos.

TEMAS -

Egresada de la Universidad Católica Santo Domingo. Apasionada por el periodismo humano, con experiencia destacada en temas políticos, culturales y de moda.