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Ocurrió en Juanillo

Yolas y sueños rotos, la odisea de los dominicanos hacia Puerto Rico

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Ocurrió en Juanillo
La odisea dominicana, entre las olas y la esperanza de un nuevo amanecer. (SHUTTERSTOCK)

Los dominicanos van a Puerto Rico a bordo de frágiles yolas. El problema ha sido visto durante mucho tiempo por las autoridades migratorias. Es un asunto que tenemos en la costa: los dominicanos aterrizan en las aguas de Añasco o Aguadilla, por solo citar dos locaciones. Lo mismo ocurre en el caso de los cubanos que van a la costa de Florida y desembarcan en Cayo Hueso.

Hemos visto el video de un grupo de dominicanos, a los que llaman mojaditos, aterrizando en una yola de buen tamaño en una de las playas de la isla de Puerto Rico, conocida en la era colonial como Isla de San Juan. En el caso del naufragio en Juanillo, el detalle náutico vale la pena ser observado: la yola en la que habían embarcado tenía aproximadamente 20 pies de eslora. La gente aborda estas embarcaciones para hallar una vía a sus sueños.

Cada cierto tiempo tenemos noticias de estos naufragios. Lo que ocurrió en Juanillo (Verón-Punta Cana) ha captado la atención de la gente: el flujo de ilegales se mantiene en un país que expulsa a estos migrantes hacia otras partes. La verdad es que la migración existe desde los albores de la humanidad, cuando teníamos que conseguir alimento en intensas jornadas de caza. Los seres humanos íbamos de un sitio a otro para asegurarnos alimentación, alojamiento y seguridad ante los embates de la naturaleza en todas sus dimensiones. Los taínos, por ejemplo, vinieron a la isla desde las costas del Orinoco.

Pero no solo aquí la gente viaja ilegalmente. Tomemos el caso mexicano. No podemos decir que todos los esfuerzos que se hacen en la frontera mexicana rinden sus frutos, pero Trump asegura que no debe permitirse el flujo migratorio. Hace ya unos años, el escritor mexicano Carlos Fuentes escribía un artículo donde hablaba de Samuel P. Huntington, autor de Choque de civilizaciones. Decía Fuentes, autor de La región más transparente, que el escritor azuzaba el debate diciendo que la migración mexicana era una amenaza para los Estados Unidos. El mejor indio es el indio muerto. El mejor negro es el esclavo negro. La amenaza amarilla. La amenaza roja. El puritanismo que se encuentra en la base de la cultura WASP (blanca, anglosajona y protestante) de los Estados Unidos de América se manifiesta de tarde en tarde con llamativos colores. De esa manera comienza Carlos Fuentes su artículo.

A algunos les parece que Fuentes dice una verdad que no todos escuchan: de acuerdo con algunos tratadistas, la sociedad americana de los WASP (White, Anglo-Saxon, Protestant) se mostraría reluctante ante la migración masiva, aunque Estados Unidos sea un país de migrantes. Decía Fuentes que, como un moderno capitán Ahab (*la novela Moby Dick, de Herman Melville, es de 1851), Samuel Huntington opinaba que la amenaza mexicana era igual o peor que la amenaza indígena o la negra al interior de Estados Unidos. El biógrafo de Melville, Andrew Delbanco, llama a Ahab una brillante personificación de la esencia del fanatismo.

Fuentes desnuda las intenciones de Huntington. Su claro artículo está titulado El racista enmascarado y puede ser encontrado en la web. Hay que entender que Fuentes, a la par que categoriza a Huntington de racista, tenía clara la enorme cantidad de recursos que se gastan todos los días para detener el flujo migratorio mexicano. Con alto alcance argumentativo, el autor de Cambio de piel nos dice que Huntington no es John Kenneth Galbraith, que sí tenía una idea clara de lo que eran los Estados Unidos. Dice Carlos Fuentes que no es cierto que los mexicanos sean una amenaza para la gran nación del Norte; todo lo contrario. Esto es lo que opinan un gran grupo de intelectuales de Estados Unidos (para no decir de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum), que ciertamente no están de acuerdo con lo planteado por Huntington en sus opiniones. Podría decir alguno que la sabiduría que se encuentra en los libros de Samuel P. no es corroborada con su opinión sobre el tema migratorio. Hoy vemos migrantes en todas partes del mundo: Europa, con Angela Merkel al mando, recibió hace apenas unos años a un enorme flujo de migrantes que huían de la guerra. La conclusión es que debemos encontrar soluciones al drama migratorio.

En Juanillo pudimos ver el rostro de una realidad que todos hemos presenciado durante años: los dominicanos se lanzan al mar por razones económicas. Hay historias de migrantes que han podido integrarse a la vida norteamericana, mientras otros tienen otra suerte.

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El autor es mercadólogo, escritor y melómano nacido en 1974.