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Cuando amar se confunde con poseer

La ola de violencia machista deja seis mujeres asesinadas en dos semanas

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Cuando amar se confunde con poseer

¿Qué tuvo que haber hecho esa mujer a ese hombre para que la matara? Sorprende escuchar la cantidad de personas con estos comentarios, como si la vida fuese algo que otro puede decidir a la ligera y sin control, como si ese regalo irremplazable de Dios dependiera del juicio o del enojo de alguien más.

Amar no es poseer, y terminar una relación no es un delito. Nadie merece morir por ejercer un derecho, por no querer continuar un vínculo que implica respetar, comprender y, a veces, dejar ir. No importa lo que sea. ¿Acaso no hay más mujeres en el mundo?, suelen decir algunos. Y, aunque a veces no miento, hasta yo refuto, porque nada lo justifica, nada.

Hoy esta violencia se ha normalizado y a muchas mujeres les da incluso miedo empezar una relación, sabiendo que su vida puede depender del ego o la incapacidad de aceptar un "no". O peor aún, lo que sigue después: el juicio sobre ella, que "sabía dónde se metía", como si quienes guionizaron bien su papel y sus personajes fuesen las víctimas.

Hace días me topé con un caso, uno de aquellos que se quedan contigo. Una adolescente murió a manos de su pareja, que le duplicaba la edad. Inmediatamente, te viene a la mente un sinnúmero de cosas, donde recaes en la culpa, empezando por la familia.

Hasta que ves la realidad: la violencia normalizada que arrastran esas generaciones. Preguntas a un pariente "¿Y para usted eso es normal?" y escuchas un sí, porque se casó con 13 años. Allí sigues excavando hasta entender que se trata de la normalización de una violencia que nunca fue considerada como tal, donde crecen atrapadas en un vínculo que parece ligero, pero carga una cultura profundamente marcada.

Creo que es urgente educar, acompañar y fomentar la terapia, especialmente en los hombres. Porque esto no es feminismo, es humanidad, y es un patrón que se encarna en y hacia las mujeres. Mientras la sociedad y los hogares no cambien, seguirán los feminicidios y el dolor de familias enteras.

Y el Estado, aunque lo ha entendido, en su ruta parece ir lento, buscando comprender hacia dónde va, en un sistema colapsado.


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Egresada de la Universidad Católica Santo Domingo. Apasionada por el periodismo humano, con experiencia destacada en temas políticos, culturales y de moda.