El negocio de las telecomunicaciones
Aunque abundan las quejas sobre el servicio de telecomunicaciones, ciertamente se trata de un negocio complejo
Aunque abundan las quejas sobre el servicio de telecomunicaciones, ciertamente se trata de un negocio complejo. La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, lo que obliga a inversiones cuantiosas solo para mantener el nivel actual.
La competencia, en beneficio del consumidor, ha contribuido a la estabilidad de los precios o, al menos, ha evitado alzas abusivas como en tiempos del monopolio.
Hay también competencia informal, como la de los "wiferos", a quienes el presidente de Indotel, Guido Gómez Mazara, se refirió con términos muy severos.
Starlink ya ofrece un servicio de internet de alta calidad, a precios razonables y sin control estatal alguno. Amazon ha comenzado a desplegar sus propios satélites para entrar en un negocio que el regulador no puede tocar.
Parte del malestar de los usuarios escapa a las prestadoras: los impuestos excesivos. Desde la apertura del mercado, el fisco halló una fuente fácil de recaudación, y ningún gobierno renunciará a esos ingresos, verdaderos huevos de oro.
No habrá calidad sin rentabilidad, y eso lo entiende Indotel, por más exigencias que plantee para mejorar el servicio. En el contexto regional salimos bien parados, y no está de más reconocer el esfuerzo de las telefónicas. Aunque siempre haya quejas.