El doble estándar para juzgar a otros
Si me conviene, que sea pronto, sino lento
El Ministerio Público de la República Dominicana tiene un trabajo extremadamente complicado, para decir poca cosa, debido a la polarización que hoy copiamos casi idénticamente a los Estados Unidos.
Cuando desde la Procuraduría General de la República se toman acciones que afectan a ciertos grupos, inmediatamente se alega que actúan sin investigar bien, sin hacer la debida diligencia y sin preparar pesquisas fuertes las cuales puedan validar los expedientes.
Pero si, por el contrario, (y más después de cambios en la propia institución) se toman su tiempo para que los técnicos hagan el trabajo de rigor, entonces la historia cambia, y de repente llegan las acusaciones de morosidad, de tener villanos favoritos y muchas otras.
Tiene mucho que ver con la coherencia o, mejor dicho, la falta de esta, que se ha convertido en el día a día de esta sociedad.
Por intereses o conveniencias particulares es muy fácil dedicarse a despotricar contra x o y.
Quizás deberíamos ser un poco más honestos con nosotros mismos y con los otros, en vez de motivar campañas que tienden a polemizar o a radicalizar posiciones sin necesidad alguna.