Déjà vu penal
Aprobaciones sin consenso marcan el camino del nuevo Código
Si hay cosa que se repite en este país son los déjà vu del Código Penal. Es como si viviéramos el mismo libreto, una y otra vez. Y al final, siempre lo mismo: nada.
La aprobación a la carrera en las últimas semanas huele a lo de siempre. Una pieza despachada entre sesiones, sin el consenso afuera ni dentro. Todo apunta al mismo camino: se aprueba... pero no se promulga.
Eso ocurrió a finales del 2021. Las mismas críticas por no incluir las tres causales y oposiciones a otros artículos del Código. Se aprobó rápido poco antes de concluirse la legislatura. Llegó al Poder Ejecutivo, pero no se promulgó. Abinader no iba a cargar con esa "culpa política".
Ya había pasado antes, durante el gobierno de Danilo Medina. En el 2014, se aprobó sin las tres causales. Volvió a ser devuelta por el presidente. A finales de ese mismo año se promulgó, esa vez despenalizando el aborto cuando hay peligro para la vida de la madre. Por un momento pareció que el ciclo se rompía, pero no. En 2015, el Tribunal Constitucional declaró el nuevo Código inconstitucional. Luego, en 2016, se aprobó, pero Danilo volvió a observarlo.
Un analista lo resumió así en un mensaje de WhatsApp, a modo de desahogo: "Si usted quiere que una iniciativa legislativa, consenso sobre cualquier tema o cuestión nacional fracase, se distorsione, se mutile o se convierta en un Frankenstein, mándelo al Congreso Nacional".