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A confesión de parte...

Conducir bajo efectos de drogas y alcohol no debe considerarse un accidente

Todos nos quejamos del caos en el transporte y siempre buscamos la forma de culpar a los demás de los tapones, los accidentes y de todo lo que pasa en las calles... nunca a nosotros mismos.

Sin embargo, las declaraciones que dio (por segunda vez) el senador de Santiago Rodríguez y presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (Conatra), Antonio Marte, pueden tomarse como un mea culpa que se adapta perfectamente al precepto legal de que "a confesión de parte, relevo de prueba".

Marte repitió la afirmación de que, si someten a pruebas antidopaje a los choferes del sector público en el país, no habría conductores para el transporte.

Quizás esto puede servir como una explicación del por qué la República Dominicana tiene el nefasto liderazgo de más muertes de accidentes de tránsito del mundo partiendo de nuestra población.

Ayer el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant)I respondió con un operativo de pruebas antidoping en la parada del kilómetro 9 de la autopista Duarte y amenazó con retener la licencia a los conductores que arrojaran positivo.

Ojalá no pase lo mismo que con las pruebas de alcoholímetro que se realizan en el país, que no tienen sustento legal y ante un positivo a alcohol, tras soplar, el tribunal de tránsito no acepta el resultado.

El descontrol tiene que parar y tanto el ingeniero Milton Morrison, en el Intrant, como la Dirección de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y su director, el general Francisco Osoria de la Cruz, deben prescindir de las excusas y comenzar a hacer cumplir la ley.

Este tema merece ser repetido una y otra vez, porque no podemos seguir dándonos el lujo de perder vidas a diestra y siniestra sin consecuencias.

La muerte por un "accidente" equivale a un máximo de dos años de cárcel, de acuerdo a la ley 63-17, pero conducir bajo la influencia de las drogas o del alcohol no es un accidente. Ya es justo que comencemos a llamar a las cosas por su nombre y actuar en consecuencia.

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Dionisio Soldevila Brea es licenciado en Derecho y periodista desde 1998. Ganador de un Premio Nacional de la Juventud (2006) y varios premios de la ACD. Es jefe de Redacción y editor deportivo de Diario Libre desde enero del 2021.