La justicia en RD
El juicio del caso Antipulpo cumple más de cuatro años con acusación de 20 años de prisión
Cuatro años y cuatro meses han pasado desde que el juez Alejandro Vargas dictó medidas de coerción contra los imputados en el famoso caso Antipulpo.
Ayer, el Ministerio Público concluyó su presentación de acusación en el juicio de fondo y solicitó 20 años de prisión y la incautación de los bienes muebles e inmuebles del principal acusado, Alexis Medina Sánchez.
Si algo demuestra este caso es que la justicia dominicana podrá repartir muchas cosas, pero justicia no es una de ellas. Dice un viejo precepto legal que justicia retardada es justicia denegada... Yo me atrevería a agregarle que es más que una injusticia.
El sistema judicial dominicano está obligado a cambiar porque de lo contrario seguirá fallándole a todo aquel que depende de él, de una u otra forma.
En el Antipulpo, por lo menos, los imputados lograron que las medidas de coerción que les afectaban fueran variadas y salieron de prisión preventiva aun cuando agotaran más de un año detenidos. Hay otros que no.
La justicia necesita muchos más recursos para que existan más salas, tanto penales como civiles; para la contratación de más jueces que puedan conocer los casos y más fiscales que presenten las acusaciones de lugar.
El Código Penal, y también el Código Procesal Penal, necesitan ser modificados y que estos plazos absurdos y reenvíos exagerados sean eliminados.
Antes de una sentencia en primera instancia de Antipulpo pasó un período completo del Gobierno de Luis Abinader y ocho meses de su segundo mandato, mientras en Estados Unidos, Donald Trump fue juzgado y condenado, igual que el exdiplomático Manuel Rocha y el exsenador Bob Menéndez.
Sin importar lo que suceda en primera instancia, Antipulpo podría extenderse al menos medio lustro más, dependiendo lo que decidan los jueces del tribunal colegiado que trabajan como árbitros.
Los actores del sistema judicial deben abogar por juicios más ágiles y que no se extiendan eternamente. Es justo.