A los socorristas...
...solo los recordamos cuando ocurre un hecho que lamentar
La madrugada del martes pasado me desperté alrededor de las 4:30 a.m. por el sonido de mensajes poco usuales a esa hora en mi WhatsApp. En ellos me preguntaban si sabía lo que había pasado o si había estado en el Jet Set.
Por alguna razón, no lo pensé mucho. Me cepillé y me puse la misma ropa que me había quitado menos de cuatro horas antes tras el cierre de la edición y salí hacia el malecón para tomar la ruta hacia el club y comenzar a reportar. Decenas de ambulancias en fila, unas esperando pacientes, otras saliendo hacia los centros médicos, y decenas de bomberos y miembros de la Defensa Civil daban vueltas por todas partes.
Las grúas trabajaban intensamente en retirar vehículos que se encontraban mal estacionados e impedían la circulación a los que salían de emergencia... los llantos, los gritos y las miradas nerviosas dominaban el ambiente.
Reconocí algunos bomberos voluntarios, esos que se entregaron en cuerpo y alma solo para ayudar al prójimo. Mis respetos para ellos, incluyendo a Enrique Quailey, el comunicador y animador, a quien vi quitarse su casco de bombero para descansar unos segundos, luego de seis horas de trabajo continuo en el centro del desastre.
Comandando todo el equipo, el general retirado Juan Manuel Méndez, a quien no conocía en persona antes de ese día, pero que demostraba y demostró lo que ya habíamos visto en decenas de tragedias previas: entereza total.
Históricamente, los dominicanos solo ponemos candado después que nos roban, igual, cuando hablamos de nuestros socorristas, solo los recordamos cuando ocurre un hecho que lamentar. Es necesario mejorar las condiciones en que operan los cuerpos de bomberos y de rescate. Las donaciones son bienvenidas, igual el apoyo de las empresas privadas al prestar equipos especiales (como sucedió en este caso), pero el Estado debería garantizar que funcionen más y mejor y que lo demás sea apoyo.
Ellos lo entregan todo, incluyendo sus propias vidas, y merecen tener las herramientas necesarias para protegerse y protegernos.