El papel de los fiscales
El Ministerio Público vuelve a fallar en un caso de alto perfil
En teoría, el rol de un fiscal, o del Ministerio Público en sentido general, es velar por la legalidad y defender los intereses de la sociedad y del Estado en el ámbito judicial.
Su función principal es investigar delitos, acusar a los responsables y promover la acción de la justicia para garantizar el cumplimiento de la ley.
Sin embargo, por la razón que fuere, con mucha frecuencia, en el país nos topamos con procesos judiciales en los que el Ministerio Público ha quedado muy mal parado en su intento por asegurarse de que la ley se cumpla.
Lo vimos recientemente, en el caso que se conoció en Puerto Plata contra el pelotero Wander Franco y la señora Martha Vanessa Chevalier.
Ambos fueron acusados por trata de personas, lavado de activos y explotación sexual de una menor de edad, la hija de Chevalier.
Durante la lectura de la acusación, la jueza presidenta del tribunal colegiado de Puerto Plata, Jakayra Veras, le dijo tanto a Franco como a Chevalier, que, por dichos delitos, podrían recibir una sentencia de hasta 30 años de prisión.
Cuando solicitaron condena, los fiscales que representaban al Estado solicitaron solo cinco años de prisión contra Franco y diez contra Chevalier.
¿Qué pasó con los cargos de trata de persona? ¿Qué pasó con el lavado de activos?
Cuatro semanas más tarde, al concluir el juicio de fondo y leer la sentencia, Veras se tomó su tiempo para llamarle la atención al Ministerio Público, básicamente, por no hacer bien su trabajo.
Franco recibió una leve condena de dos años de prisión suspendida que, aunque pone en peligro su carrera en Grandes Ligas, en materia legal, un condenado por la violación de una menor de edad va a su casa con una ficha judicial y nada más. Ese no es un buen mensaje.
La sentencia contra la madre fija un precedente, pero también por debajo de lo que se pensaba y no deja claro el mensaje de que las niñas no se tocan.