Evitar la polarización
Los líderes dominicanos deben guiar con el ejemplo y buscar proteger los mejores intereses de nuestra nación
El país enfrenta una creciente polarización entre dos posturas que, aunque legítimas en sus fundamentos, parecen irreconciliables en la práctica: el nacionalismo y la defensa de los derechos humanos.
Este enfrentamiento no solo refleja tensiones internas, sino que también pone en evidencia la complejidad de abordar temas como la migración, la soberanía y la dignidad humana en un contexto de crisis regional.
El problema radica en que este debate, en lugar de fomentar un diálogo constructivo, ha derivado en una polarización que dificulta la búsqueda de soluciones equilibradas.
Las posturas extremas, alimentadas por discursos incendiarios, han creado un ambiente de confrontación que amenaza con dividir aún más a la sociedad. La polarización no beneficia a nadie.
En cambio, un diálogo inclusivo y respetuoso puede abrir el camino hacia políticas que reflejen tanto la necesidad de proteger los intereses nacionales como la obligación de actuar con humanidad.
Los líderes dominicanos deben guiar con el ejemplo y buscar proteger los mejores intereses de nuestra nación.