Magín apuesta por la sensatez
El ministro que prefiere escuchar, la nueva estrategia de Hacienda con empresarios
El ministro de Hacienda y Economía, Magín Díaz, parece decidido a romper con la inercia de los monólogos oficiales y ha optado por sentarse a conversar con quienes generan la riqueza del país: el sector privado. No es un gesto menor. En tiempos de tensiones fiscales y exigencias de mayor eficiencia en el gasto público, abrir las puertas y los oídos es un paso indispensable para construir consensos.
La reunión con un grupo selecto de líderes empresariales, a la que se suman encuentros con gremios comerciales y mipymes, evidencia una estrategia orientada a la cooperación público-privada. Las palabras del ministro, más allá del protocolo, apuntan a una convicción, y es que solo sumando capacidades y perspectivas se podrá sostener la estabilidad macroeconómica y encarar reformas necesarias.
El empresariado, por su parte, ha respondido valorando la transparencia y la disposición al diálogo, un activo político y económico que en otras coyunturas ha sido escaso. Los desafíos son conocidos: presión fiscal insuficiente, gasto ineficiente y la urgencia de mantener competitividad en un entorno global incierto.
En este escenario, la política fiscal no se diseña en un despacho, sino en mesas donde el gobierno y el sector productivo se reconozcan como aliados estratégicos. Díaz ha tendido la mano. Falta que todos la sostengan con firmeza.