Juan Luis Guerra: embajador de todos
Su nombre y su música seguirán siendo, dondequiera que suenen, sinónimo de República Dominicana

Juan Luis Guerra no necesita credenciales diplomáticas para representar a la República Dominicana. Su música ha hecho por la imagen del país lo que pocas campañas oficiales logran.
Ha tendido puentes, despertado curiosidad, inspirado respeto. Desde su inconfundible fusión de merengue, bachata y poesía, ha llevado a los continentes un mensaje lírico de amor, fe y esperanza, sin renunciar nunca a la raíz popular que le da sustento.
El homenaje que anoche le rindió el Ministerio de Relaciones Exteriores es, tanto o más que un reconocimiento, un acto de justicia cultural. Guerra ha sido, por décadas, el embajador por excelencia de nuestro país. En cada escenario donde suenan sus acordes se proyecta también una República Dominicana plural, creativa y profunda, donde la música es idioma común y la alegría convive con la reflexión.
Su obra ha dignificado nuestra sustancia musical. Sus creaciones han demostrado que desde una pequeña isla se puede construir arte universal. Con cada verso, con cada acorde, Juan Luis Guerra ha puesto en el pentagrama global notas sobresalientes a nuestra imagen, y lo ha hecho con una elegancia que trasciende generaciones.
Por eso, su nombre y su música seguirán siendo, dondequiera que suenen, sinónimo de República Dominicana. Nos ha paseado por el mundo, y al mundo rendirse a sus pies también lo ha hecho frente a todos nosotros.

 Diario Libre
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