«Importantizar», «aperturar», «resolutar» y otras verbalizaciones en el habla dominicana
Los verbos que se inventan en dominicano
El verbo forma parte de las llamadas categorías formales o gramaticales del discurso. Se caracteriza por su función esencialmente predicativa, expresa la actitud psíquica del hablante y sitúa la significación, mediante sus tiempos, en el presente, en el pasado y en el futuro.
El idioma español, como toda lengua, cuenta con lo que bien podría denominarse su "menú" de verbos, el cual yace contenido en el diccionario y otros textos académicos publicados por la Real Academia Española (RAE); pero, al margen de este "menú", y en virtud del proceso de evolución de la lengua, de la masificación lingüística y de esa demostrada capacidad que poseen los hablantes dominicanos para verbalizar o crear voces léxicas, cada cierto tiempo surgen nuevas formas verbales, resultados, casi siempre, de la conversión de nombres y adjetivos en verbos (verbalización), muy especialmente en la expresión oral.
Como gestores y promotores de esas realizaciones hay que situar en primer plano a los comunicadores sociales, políticos, tecnócratas y administradores del Estado. De ahí que en el español dominicano no resulte extraño leer o escuchar construcciones verbales tales como "correccionalizar", "aperturar", "importantizar", "resolutar", "cueriar" y "abrochar", entre otras.
La Agencia EFE, en su bien pensado y consultado Manual del español urgente (1995), dice al respecto lo siguiente:
«No es buena la actitud de muchos periodistas que escriben con absoluta despreocupación, sin preguntarse jamás si será razonable su manera de escribir; que cifran su ideal en el empleo de palabras recién oídas o leídas plenas de "modernidad"; que las forjan al buen tuntún; que les hacen decir lo que no significan; que se aferran a ciertos vocablos como si no existieran otros, y que aún muestran mayor desenfado con la sintaxis. En gran medida, la comunicación periodística se realiza hoy gracias a que el lector suple la información defectuosa que se le sirve, y, si no puede suplirla, malentiende o entiende a medias. Hay que insistir en el consejo de releer y corregir reflexivamente antes de transmitir» (p. 18).
Si se procediera acorde con lo planteado en la cita antes transcrita, en lugar de "aperturar", por ejemplo, lo más apropiado hubiera sido decir "abrir"; "emitir la resolución", en vez de "resolutar"; "dar importancia", en vez de "importantizar"; y "comer", en vez de "abrochar".